Irene Ruiz, recepcionista del hotel Hesperia Córdoba, se adentró el pasado mes de marzo en el mundo laboral nocturno. En su caso, le gusta la tranquilidad de trabajar de este horario. Pero esto tiene sus consecuencias, ya que «te trastoca todo el día». Irene mira su trabajo desde el punto de vista positivo y afirma que al final acabas acostumbrándote. Es una chica joven, que vive sola, por lo que no tiene que hacer frente a cargas familiares. Irene es de las pocas trabajadoras nocturnas que tiene la tranquilidad de llegar a casa y poder dormir unas cuantas horas seguidas. No siempre tiene que realizar turnos de noche, se va alternando con un compañero. La noche en este y todos los trabajos da para muchas anécdotas, como las que recuerda la joven: «En feria llegan los típicos borrachos y cómo me ven joven empiezan a darme conversación, pensando que voy a seguirle el rollo, pero es divertido», comenta Irene.