El presidente de la comisión de cultura y turismo de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO), Javier Campos, instó ayer al Instituto Municipal de Turismo de Córdoba (Imtur) a ocuparse de organizar el producto turístico y no centrarse tanto en la promoción. En su opinión, el Imtur, organismo que depende del Ayuntamiento de Córdoba, se dedica en exceso a la promoción y su labor actual tendría que dirigirse hacia «la organización del producto turístico». Campos realizó estas declaraciones minutos antes de que comenzara la comisión de cultura y turismo de CECO, que ayer contó con la presencia de la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Oliver, y de la subdelegada del Gobierno en Códoba, Rafaela Valenzuela.

Javier Campos concretó que uno de los trabajos que debería realizar en estos momentos el Imtur es «sacar a los turistas de la Mezquita» y darles otros destinos alternativos como ha hecho el Cabildo de la Catedral con la reciente ruta de las iglesias fernandinas.

«Hay que hacer una reflexión seria sobre el turismo cultural, porque ya existe fricción entre el uso del turismo y la convivencia de los vecinos en el casco histórico de Córdoba. Para el presidente de la comisión, hay que primar lo cualitativo frente a lo cuantitativo en el turismo en Córdoba y, aunque, «CECO se alegra del incremento en visitantes y en pernoctaciones hay que dar un sentido cualitativo y humanista al turismo en Córdoba».

En su opinión, el turismo abarca muchos aspectos que hay que abordar como la limpieza, los aparcamientos, el tráfico e incluso la policía.

Por su parte, la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Oliver, reconoció que el Gobierno tiene que trabajar para gestionar el éxito turístico en el casco histórico de Córdoba. Una de las maneras que propuso fue concretar qué tipo de oferta turística es la que se quiere. «Hay que hacer un uso racional del patrimonio como reclamo turístico y convertir a Córdoba en polo de atracción de un turismo respetuoso con nuestros residentes, trabajadores y empresarios». En su opinión, una buena herramienta para controlar el turismo es digitalización de los datos y pensar que «el turismo es una industria de personas», en donde todos cuentan desde los residentes a los visitantes, sin olvidar a trabajadores o a los empresarios. El reto, según Oliver, es lograr la sostenibilidad del turismo, a través de aumentar la calidad y no la cantidad.