El pleno de la Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir aprobó ayer un desembalse de 1.260 hectómetros cúbicos para el riego de los cultivos del sistema de regulación general durante la presente campaña, que finalizará el próximo día 30 de septiembre. Esta cantidad supone un 14% más que la concedida el año pasado, cuando se aprobó una dotación de 1.100 hectómetros. También se aprobaron 18 hectómetros de apoyo al olivar, con 1.000 metros cúbicos por hectárea.

El presidente de la Confederación, Joaquín Paéz, explicó al término de la reunión que desde que empezó el año hidrológico el 1 de octubre del año pasado hasta el 31 de marzo del 2019, ha sido más seco de lo normal. En concreto, indicó que ha sido el tercer cuatrimestre más seco de la historia, lo que, en principio, no afectará al suministro para el abastecimiento humano, que está garantizado para los próximos tres años. Páez explicó que en lo que va de año hidrológico el déficit hídrico en la cuenca es del 33% con respecto al mismo espacio temporal de los últimos 25 años. Esta situación, indicó Páez, «nos hace ser rigurosos con el agua». Por ello, se ha pedido a los usuarios, dijo el presidente, «un esfuerzo para que la dotación nunca ponga el riesgo de tener que pasar a una situación de emergencia, porque sería una catástrofe». Así, explicó que la estrategia lo que pretende es evitar que en octubre «estemos en situación de emergencia» y calificó la situación actual como de «prealerta». Eso supondría empezar el año hidrológico con restricciones y medidas que a nadie le gustan». Los embalses, que al principio del ciclo estaban 51,9%, se encuentran actualmente al 54,1% de su capacidad, con 4.393 hectómetros cúbicos de agua embalsada. Al respecto, Páez añadió que este primer cuatrimestre es fundamental para mejorar la situación de los pantanos, pero que hasta ahora han subido un 2,2%. Por eso dijo que hay que hacer un esfuerzo por «gestionar la escasez». En caso de no llover, aclaró el máximo responsable de la CHG, habría serios problemas para el suministro de agua para el riego, pero «tenemos todo un año por delante para que llueva». La Confederación informa de que la campaña de riego se cerrará el 30 de septiembre, pero a aquellas comunidades que no hayan consumido su dotación se les podrá ampliar la campaña de riego hasta el 15 de octubre del 2019.

La comisión de desembalse se volverá reunir a finales de mayo para revisar la situación en función del comportamiento de las precipitaciones.