El decomiso de más de 310 kilos de angulas, con destino a países asiáticos, llevado a cabo en el Aeropuerto Internacional de «Adolfo Suárez-Barajas», se consumó en la denominada «operación Pleamar», en el transcurso de dos actuaciones desarrolladas en la última semana, según explicó ayer la Guadia Civil. La primera tuvo lugar en la terminal de carga del aeropuerto madrileño cuando los agentes descubrieron, camuflado en un cargamento declarado como percebes con destino a Vietnam, varias cajas de poliespam blanco perfectamente acondicionadas con agua y botellas con hielo. Dentro había 250 kilos de angulas vivas, preparadas para llegar así a su destino. Dos días después los agentes localizaron, en un vuelo con destino a Hong Kong (China), cuatro maletas que escondían 20 bolsas de grandes dimensiones perfectamente acondicionadas que contenían otros 60 kilos de esta especie, y que también fueron intervenidos. Con la finalidad de prolongar la vida de esta especie, que está en grave peligro de extinción, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil contactó con la Diputación Foral de Guipúzcoa, que se hizo cargo de las angulas. En este proceso también participó la autoridad Cites de España, como responsable de la aplicación del convenio que protege las especies amenazadas. La Guardia Civil recordó que la población de Anguila Europea (Anguilla anguilla) viene sufriendo un dramático descenso debido principalmente a dos factores: la pérdida de su hábitat natural y la pesca ilegal. Esta última ha propiciado un operativo desarrollado por diferentes administraciones y que tiene su principal incidencia entre los meses de noviembre y abril, época en que la especie hace su entrada, en la fase de angula, en los ríos españoles procedente del Mar de los Sargazos, donde las anguilas se reproducen.