Todo comenzó hace algo más de un año en Valparaíso, una ciudad secundaria de Chile, donde un pequeño colectivo feminista, Las Tesis, decidieron hacer algo nuevo: cogieron textos de escritoras feministas y, adaptándolos, crearon coreografías para hacer llegar el contenido de esos textos a cada vez más gente.

Tardarían meses largos en conseguirlo, pero no se puede negar que lo han hecho. El violador eres tú, una de esas performances, se ha convertido en un fenómeno global. «Se nos escapó de las manos la performance y lo hermoso es que fue apropiado como un movimiento transnacional, porque es un grito que a todas nos corresponde dar», dijo en una entrevista a la BBC una de las integrantes de Las Tesis, Paula Cometa. No le falta razón: según Naciones Unidas, una de cada tres mujeres en todo el mundo ha sufrido violencia sexual o física.

La primera vez que se representó en una manifestación El violador eres tú fue en Santiago de Chile el 25 de noviembre pasado, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Desde entonces, el ascenso de la canción y la coreografía ha sido meteórico: el acto se ha realizado, también, en Bogotá, Caracas, México DF, Lima, Nueva York, Madrid, París, Berlín, Nueva Delhi y, por último, ayer en Mallorca y Estambul.

Habrá más, pero el caso de Turquía, entre estos ejemplos, ha sido el más especial: la policía turca cargó contra las mujeres -unas 300- que cantaban e interpretaban la canción. Los agentes, además, detuvieron a varias de ellas durante la disolución de la protesta.

Goteo de asesinatos

El motivo es simple, porque en Turquía cualquier manifestación no autorizada por el Gobierno -es decir, cualquiera que vaya en contra del Ejecutivo de Erdogan- está prohibida y, en consecuencia, perseguida. Hay cientos de ejemplos, pero el último es bien reciente: el pasado 25 de noviembre, mientras Las Tesis representaban El violador eres tú en Santiago de Chile, las mujeres que protestaban en Estambul eran dispersadas de la calle de Istiklal a porrazos y botes de gas pimienta. Ese día no hubo detenciones, pero la calle -la más comercial de la mayor ciudad de Turquía- fue bloqueada durante varias horas por policías antidisturbios y sus vehículos blindados.

Hay más motivos: el tema de la violencia contra las mujeres en Turquía se ha vuelto polémico, al extremo de ser algo casi diario. Cada semana, durante los últimos meses, todos los noticieros y las portadas de los periódicos del país van llenos de imágenes de jóvenes asesinadas por sus parejas o exparejas. En las páginas interiores, a modo de puro morbo, dan detalles escabrosos: un hombre que espera a una chica en el portal de su casa por la noche, donde la mata; un joven que cuelga en Instagram la hora y el minuto exactos en que, orgulloso él porque ella ya no será de nadie más, ha asesinado a su expareja; el vídeo de los últimos suspiros de una madre ante su hija tras haber sido acuchillada por su marido porque no quería divorciarse... Son solo unos pocos ejemplos, pero hay una infinidad más. El caso es que en Turquía, según las asociaciones feministas -el Gobierno hace tiempo que dejó de calcularlo-, 440 mujeres fueron asesinadas en actos de feminicidio en el 2018. Podrían ser, sin embargo, muchos más. En España, que tiene la mitad de la población de Turquía, la cifra el año pasado fue de 47.

Por esto, porque El violador eres tú incide en lo que viven las mujeres en todo el mundo, la canción, basada en textos de la antropóloga argentina Rita Segato, se ha convertido en un fenómeno global. Reza así: «El patriarcado es un juez, que nos juzga por nacer y nuestro castigo es la violencia que no ves. Es feminicidio. Impunidad para el asesino. Es la desaparición. Es la violación». Y avisa: « Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía. El violador eres tú».