La teoría de una huida fuera del país se impone en las labores de búsqueda de Guillermo Fernández Bueno, el preso peligroso fugado del penal de El Dueso (Cantabria), y es la razón por la que las Fuerzas de Seguridad del Estado han pedido ayuda a Interpol para localizarle. Ayer la Policía ha formalizó la orden internacional de detención.

Fernández Bueno es considerado por la Policía como un psicópata muy peligroso, y está condenado a 26 años de prisión como autor de la violación y el asesinato -asfixiándola y acuchillándola- de la empleada de la limpieza de una cafetería de Vitoria en el año 2000.

UNA SEMANA DE VENTAJA / Las pesquisas sobre su paradero se están remontando al mismo lunes 16, día en que inició su último permiso carcelario, y no al 22, el domingo en que debería haber vuelto a la cárcel cántabra y quebrantó su condena. Cuando las Fuerzas de Seguridad fueron alertadas, Fernández Bueno llevaba una semana ya de ventaja, según estiman fuentes cercanas a la investigación.

Ahora esa investigación se centra en el entorno más cercano del violador y asesino, a la búsqueda de posibles colaboradores que le ayudaron a huir.

PREPARANDO LA FUGA / Fuentes penitenciarias no oficiales sospechan que Fernández Bueno se planteaba su fuga al menos 15 días antes, cuando comenzó a vender o entregar a otros presos algunas pertenencias. Al salir para su último permiso, dejó la celda muy vacía, como quien piensa en no volver. Las mismas fuentes barajan la ofuscación como la razón para su fuga. Pero a Fernández Bueno le quedaban ocho años de condena, y estaba recluido por un delito con sangre con componente sexual, factores ambos que retrasan habitualmente la concesión del tercer grado pese a que en 12 años de internamiento había seguido siete cursos, uno de ellos de prevención de suicidios y otro de reconducción de actitudes violentas.