Más prácticos, más coloridos y sobre todo más difíciles de falsificar, así son los nuevos billetes de 100 y 200 euros que entran en circulación hoy y que concluyen la serie Europa, la segunda impresión de billetes de euros que comenzó en 2013 con los de cinco euros. «Estos nuevos billetes de 100 y 200 euros se diferencian en tres aspectos con los anteriores: son más prácticos, más coloridos y más seguros», explica la responsable de la Sección de Antifalsificación del BCE, Paloma Varela, en Roma. Los billetes de 100 euros se han imprimido en España, Francia, Alemania, Austria e Italia, y el de 200 euros en Austria, Francia e Italia.

Los nuevos billetes de 100 y 200 euros son los últimos de la serie Europa, pues el de 500 euros se dejó de producir en el año 2016, y convivirán con los antiguos, que seguirán siendo de curso legal. Estos nuevos billetes, que cambian por primera vez su diseño, son más prácticos porque, tal y como subraya Varela, se ha reducido «el tamaño para que tengan el mismo alto que los de 50 euros, de manera que es más fácil utilizarlos, sacarlos y meterlos en los monederos».

No obstante, su longitud no se ha modificado, es superior cuanto mayor es el valor del billete, una manera de ayudar a las personas con discapacidad visual. Son además más coloridos, porque incluyen una gran gama de tonos intermedios, entre el verde y el amarillo, que los hacen más atractivos al público. Además, incorporan elementos de seguridad nuevos e innovadores: un holograma con satélite y un número verde esmeralda mejorado, con los que el BCE y los bancos centrales «han tratado de poner el listón más alto para los falsificadores». La autenticidad de los billetes es fácil de comprobar con el método «toque, mire, gire», indica Varela, pues «si se toca el billete por los dos extremos se nota una impresión en relieve».