Marcos Hourmann, el primer médico condenado por eutanasia; Ángel Hernández, investigado en un juzgado de violencia de género por ayudar a morir a su esposa gravemente enferma, y los familiares de Maribel Tellaetxe y Luis de Marcos, que fallecieron antes de ver cumplido su deseo de dejar de sufrir gracias a un suicidio asistido, entregaron ayer en el Congreso más de un millón de firmas para que en España se despenalice la eutanasia y se apruebe la pertinente ley que la regule.

En la pasada legislatura, la ley promovida por el PSOE quedó varada porque PP y Ciudadanos usaron su mayoría en la Mesa del Congreso para ampliar indefinitivamente el plazo de enmiendas. Pero los resultados de las elecciones arrojan ahora un Parlamento con mayoría de diputados a favor de la eutanasia, cuya regulación apoyan la izquierda, algunos partidos nacionalistas y Ciudadanos, que pide que primero se apruebe una ley de cuidados paliativos.

Por eso, los activistas proeutanasia, con el apoyo de Derecho a Morir Dignamente, solicitaron con la entrega de firmas a Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y el resto de actores políticos implicados que «dialoguen», «escuchen a la gente», formen Gobierno ya y no pierdan más tiempo en aprobar una legislación «a favor de la calidad de vida de las personas» y que «respete los derechos y libertades individuales».

«Solo pedimos que nos dejen vivir y morir en paz y que sea cuanto antes porque las personas enfermas no pueden irse de vacaciones y dejar su sufrimiento atrás», señaló el hijo de Maribel Tellaetxe. «Hay que resolver la investidura como sea, porque el sufrimiento está ahí y las familias no pueden aguantar más. Hasta que no se apruebe la despenalización de la eutanasia seré la mosca cojonera de los políticos», manifestó Hernández, quien el pasado marzo ayudó a morir a su esposa, María José Carrasco, que padecía esclerosis múltiple en fase terminal y grabó la escena en un vídeo para dar un aldabonazo a favor de la causa y porque no tiene miedo a las consecuencias penales.

De hecho, del millón de firmas, 600.000 estaban dirigidas a solicitar a la fiscalía que no presentara cargos contra él, pero los promotores han decidido reconducir la petición hacia una ley de eutanasia, tras constatar que la justicia no se detiene. «No defendemos la muerte sino la vida sin sufrimiento», resumió Hourmann a las puertas del Congreso.

También acudió a esta entrega de firmas la familia de Maribel Tellaetxe, paciente de alzhéimer que durante los últimos 12 años de su vida pidió a su familia que no permitiera que su cuerpo y su mente llegara a deteriorarse del todo. Su hijo Daniel ha conseguido reunir más de 300.000 firmas para pedir a los representantes políticos que legislen por la calidad de vida de los ciudadanos y respeten los derechos y libertades individuales. «Como dice Marcos Hourmann en su obra teatral: en este país los desahucios matan y es legal, la pobreza energética mata y es legal, las listas de espera en sanidad matan y es legal, y al señor Ángel por mimar, amar, cuidar y liberar a su esposa de un sufrimiento lo condenan», lamentó.