Un joven de 26 años murió el pasado viernes en Abrera (Barcelona) por un paro cardíaco tras ser reducido por agentes de los Mossos d'Esquadra y de la Policía Local, según ha avanzado la Cadena Ser.

El joven estaba muy agitado y fue reducido en su vivienda. Ahí se le esposó con las manos a la espalda y le sujetaron los pies. En la ambulancia, fue inmovilizado con bridas en la camilla.

DURANTE EL TRASLADO

El joven sufrió una parada cardiorespiratoria durante el traslado en la ambulancia a un centro psiquiátrico. Fuentes policiales han señalado a la Cadena Ser que la actuación de los agentes fue "correcta".