Un mes después de haber protagonizado el rescate de un hombre con movilidad reducida en Denia, Gorgui Lamine ya no es un héroe sin papeles. Ahora ya es un héroe sin más. Por su valiente y abnegada acción, el Gobierno le ha concedido una autorización excepcional de residencia y trabajo para que «pueda iniciar un proyecto de vida en nuestro país», tal y como confirmaron fuentes gubernamentales.

Así, este joven senegalés de 20 años podrá cumplir su sueño de ser camionero o cualquier otro que se le vaya ocurriendo. Tendrá éxito o no pero ya no será cuestión de un papel. «Estamos celebrándolo», cuenta Gorgui a este periódico pocas horas después de conocer la noticia. «Me han llamado para decírmelo y estoy muy contento», explica en un castellano en continua evolución. El pasado 6 de diciembre se produjo un incendio en una casa situada a escasos metros del paseo marítimo de Denia, donde Gorgui suele vender sus collares cuando tiene dinero para pagarse el autobús de ida desde Gandia, donde tiene su residencia. Una vecina había alertado de los gritos de Álex, un hombre de movilidad reducida que vive allí y estaba atrapado. Viendo que la situación podía acabar en una tragedia, Gorgui escaló la fachada, accedió a la vivienda, se echó a Álex los hombros y se descolgó con él.