El ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, advirtió ayer de que no se puede «avanzar como país» sin aprovechar «la mitad del talento» que representan las mujeres en la ciencia. Con estas declaraciones, el ministro inauguró el acto conmemorativo del 11 de febrero, Día Internacional de las Mujeres y Niñas en la Ciencia, una jornada que, según Duque «es una oportunidad para poner en valor el imprescindible papel de las mujeres en la ciencia».

El ministro destacó la importancia de «aprovechar todos los talentos científicos» y romper el «techo de cristal» al que se enfrentan las mujeres en la ciencia, quienes tienen muy poca representación en los puestos de poder y de toma de decisiones de los órganos científicos. También reconoció la baja presencia femenina en las carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, y abogó por el desarrollo de la divulgación» para visibilizar la trayectoria de mujeres científicas de todas las épocas» que sirvan de «referentes para las niñas» y para animarlas a estudiar este tipo de carreras. Asimismo, apeló a un cambio cultural y a «eliminar sesgos a todos los niveles» para que de verdad las mujeres y los hombres tengan las mismas oportunidades en su carrera docente e investigadora.

En ese sentido, el ministro recordó las últimas medidas que se aprobaron el pasado viernes 8 de febrero, que incluye la modificación de la Ley de Ciencia para que las bajas de maternidad, paternidad y discapacidad temporal no afecten a la selección y evaluación de la actividad investigadora de los científicos. De esta forma, declaró Duque, se reducirá «la desventaja profesional causada por una maternidad responsable»

Por su parte, la premio Nobel de Química del 2009, la israelí Ada Yonath, animó ayer a las niñas a «satisfacer su curiosidad» estudiando ciencia y reivindicó la necesidad de tener un sistema educativo actualizado que atraiga a los estudios científicos a las mujeres.

Yonath explicó ayer, en la conferencia central de la Bienal de Ciudad y Ciencia, a un centenar de estudiantes qué son los ribosomas y por qué son importantes, así como el proceso que le llevó a descubrir su funcionamiento, y aseguró que actualmente la comunidad científica es «independiente a los géneros. Todo el mundo puede estudiar ciencia».

En declaraciones posteriores a los medios, Yonath criticó la falta de apoyo que la sociedad otorga a la ciencia ya que «solo se busca el dinero, pero la ciencia supone satisfacer tu curiosidad y obtener resultados que no esperabas» y reivindicó que se deben producir cambios en la educación.

«La ciencia se enseña utilizando los conceptos que se usaban en mi generación. Necesitamos hacer cambios; la vida cambia pero la educación apenas lo hace. La enseñanza científica debe ir de la mano del saber y el contenido debe ser actualizado constantemente», aseguró.

Reveló que creció «en la pobreza», vivían tres familias en una casa de cuatro habitaciones, y empezó sus primeros experimentos con 5 años, intentado calcular la altura de su balcón apilando muebles, resultando en un brazo roto, hasta que se empezó a interesar por las proteínas por que no existía ningún patrón para su comportamiento.

Las proteínas ejecutan casi todas las funciones esenciales de todos los organismos y la investigación de Yonath estaba orientada a conocer el comportamiento de las proteínas a través del estudio de los ribosomas, las macromoléculas responsables de la síntesis de las proteínas. Se propuso aplicar la cristalografía para descubrir como están hechos los ribosomas, aunque muchos le dijeron que «los ribosomas eran inestables y no se podían cristalizar», pero ella lo consiguió.