En torno a 200 jueces y fiscales de toda España se dieron cita ayer frente al Ministerio de Justicia en una concentración en la que han solicitado una «justicia eficiente y de calidad» y «libre de presiones políticas», y donde han vuelto a pedir el cese del ministro Rafael Catalá al grito de «Catalá dimisión». «Catalá, habla menos y escucha más» o «tiene Catalá un problema singular» fueron algunas de las consignas que se escucharon durante la protesta, a la que asistieron jueces de varias provincias, y que motivó que la policía tuviese que cortar la madrileña calle San Bernardo.

Convocados por las siete asociaciones representativas de ambas carreras, miembros de la judicatura y de la fiscalía han continuado con su calendario de movilizaciones y, vestidos algunos con sus respectivas togas, corearon lemas como «más jueces y menos corrupción» o «esas guardias no se pagan». A las protestas usuales que miembros de ambas carreras llevan secundando durante casi un mes, se ha unido en esta ocasión el malestar del sector por las palabras del ministro Catalá sobre el juez que emitió un voto discrepante a la sentencia del caso de La Manada, lo que consideran una injerencia política «intolerable». Ha sido, en palabras de algunos jueces y fiscales «la mecha que ha prendido la llama» y que ha provocado que todas las asociaciones hayan pedido en bloque su dimisión pues creen que ningún representante político puede entrar a valorar las circunstancias personales de un miembro de la judicatura o de la Fiscalía. Por ello, también han reprendido con el grito de «Margarita cállate» a la portavoz del PSOE en el Congreso y exmagistrada, Margarita Robles, que responsabilizó al presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, de no adoptar medidas para evitar «disfunciones» como la del voto particular del magistrado Ricardo González. Aún así, los jueces y fiscales insisten en que llevan mucho tiempo solicitando al Gobierno que impulse las medidas necesarias para blindar la independencia judicial.