Durante los últimos años han aumentado de manera considerable los conocidos “free tours” o “tours de pago libre”. Solo hace falta dar una vuelta por el centro histórico de las principales ciudades turísticas españolas para darse cuenta de que se trata de un crecimiento imparable y un nuevo modo de entender el turismo. Por ello, cada vez es más común encontrar a guías oficiales que se dedican en exclusiva a este tipo de tours. De igual modo, han surgido plataformas dedicadas en exclusiva a este tipo de rutas, como ocurre con el trabajo para guías turísticos en GuruWalk.

Sin embargo, y en contra de lo que mucha gente suele pensar, los “free tours” no son tours gratuitos. Las personas que los realizan son especialistas en sus respectivos campos y, precisamente por ello, cobran por su trabajo. La diferencia de estos tours con los que conocemos como tradicionales radica en que la cantidad que el guía cobra no está prefijada de antemano. De este modo, dependiendo del servicio prestado, quienes han realizado el recorrido deciden el precio conveniente a pagar. Esto no implica, por lo tanto, que el servicio sea gratuito o bajo. De hecho, los guías especializados en “free tours” pueden ganar una cantidad nada desdeñable gracias a las propinas.

Una tendencia al alza

Google, el buscador más utilizado en nuestro país, muestra el crecimiento exponencial de este tipo de tours. En los últimos seis años, por ejemplo, las búsquedas relacionadas con los “free tours” han aumentado un 30 por ciento. Estas cifras son más significativas si consideramos que, antes de su eclosión y posterior boom, las reservas de rutas y recorridos comenzaban a estancarse. De algún modo los “free tours” consiguieron invertir esta tendencia y, gracias a las buenas cifras turísticas de este año, han conseguido dar salida a muchos guías que comenzaban a temer por un futuro incierto.

De hecho, pese a la equiparación que suele hacerse entre “free tour” y “low-cost”, estos recorridos no son reservados únicamente por viajeros con un bajo poder adquisitivo. Una de las razones por las que triunfan, tanto entre los guías como entre el público, es el servicio cercano y directo que ofrecen. Es el propio guía el que, como independiente, estudia y realiza una ruta y se relaciona de manera directa con los viajeros y turistas.

También la libertad que brindan puede explicar su auge. El no tener que pagar por anticipado por un recorrido concreto y poder decidir la cantidad a aportar hace que los asistentes abonen la cantidad que creen que cuesta el tour. No están sometidos a tarifas fijas e innegociables, sino que, por el contrario, son ellos quienes deciden. De igual modo, el guía tiene la oportunidad de adaptarse a cada grupo, de interactuar de manera directa y de ofrecer un servicio adecuado. La elasticidad temporal también puede jugar un papel preponderante a la hora de elegir estas rutas. En un mundo en el que el tiempo lo es todo, el guía puede decidir el horario que mejor le convenga, mientras que el cliente no contrata un servicio inamovible.

Nuevas salidas para los guías

En ciudades como Berlín las agencias de viajes han comenzado a ofrecer este tipo de servicios porque, además de la demanda, han comprendido que de este modo se atrae a viajeros que se unen a otras rutas que oferta la propia agencia. De igual modo, al estrechar la relación entre el guía y el público, se suele producir un incremento en la venta de otros tours de carácter privado, por lo que cada vez más empresas apuestan por estas rutas. Sin embargo, y a pesar de sus numerosas ventajas, todavía son muchos los guías que no terminan de confiar en esta práctica que, según indican los números, ha llegado para instalarse de manera permanente.

El concepto de “tour de pago libre” ha cambiado la concepción tradicional de las visitas turísticas. Por ello plataformas digitales especializadas en estos tours han abierto las puertas a nuevas formas de entender el turismo. Estas empresas ofrecen sus servicios a través de páginas webs que visitan los propios turistas, haciendo de intermediarios entre los guías, que se ofertan, y el público, que los contrata. Precisamente por ello, el trato personal es fundamental.

Pero los “free tours” también han revolucionado el mercado turístico y el público al que tradicionalmente iban destinados los recorridos. Si antes eran unos pocos los que contrataban los servicios de los especialistas en arte o historia, en la actualidad, y gracias a esta práctica, cada vez más personas, al no estar obligadas a pagar una cantidad alta por las visitas, recurren a ellos. Jóvenes, familias con muchos integrantes o estudiantes serían algunos de ellos. Así, los guías han visto un nicho de mercado que tradicionalmente estaba fuera de su círculo y se han adaptado a esta nueva tendencia que ha cambiado el modo de hacer turismo en España.