Las encuestas acertaron, y el PSOE ha sido el partido más votado (con casi el 30% de votos) y el de más número de escaños en el futuro Congreso de los diputados (con 123, un aumento muy significativo respecto a los 84 que obtuvo en 2016).

El PP ha experimentado una fuerte caída, perdiendo más de la mitad de los escaños que tenía (pasando de 137 a 66 diputados), y a duras penas se ha mantenido como primer partido de la oposición. Tendrá que abrir un periodo de reflexión y debatir sobre la conveniencia de cambiar el liderazgo del partido, hoy en manos de Pablo Casado.

Respecto a Cs, ha aumentado en votos y escaños (aumentando sus actuales 32 diputados hasta 57), pero su aspiración a liderar la oposición al PSOE no se ha cumplido. Por ello, tendrá que clarificar su errática estrategia en un escenario tan fragmentado como el que marcará el próximo parlamento: o recuperar su posición de centro reformista o seguir aspirando a liderar la derecha.

Unidas Podemos ha sufrido una importante caída (perdiendo casi la mitad de sus escaños, bajando a 42). Sin embargo, la paradoja es que con menos escaños que en 2015, son mayores las posibilidades que tienen de influir en el futuro gobierno e incluso de formar parte del mismo.

La irrupción de Vox es importante (con 24 escaños), pero mucho menor de lo que esa formación esperaba, y además con el agravante de que su capacidad de influencia será muy poco significativa en el nuevo juego de pactos y acuerdos.

La victoria socialista ha sido, por tanto, clara, pero al no tener mayoría suficiente, el futuro escenario político tendrá que ser de pactos. La incógnita está en cómo el PSOE abordará esos pactos y con quienes, pero creo que eso no se va a resolver hasta después de las elecciones municipales.

No obstante, está claro que el candidato Pedro Sánchez necesitará apoyos de otros grupos políticos para pasar la sesión de investidura, y, en caso de lograrla, tendrá que decidir cómo afrontar la acción de gobierno, si en solitario o en coalición.

Respecto a la investidura, no parece que vaya a tener muchas dificultades para lograr los apoyos necesarios que le den la ansiada mayoría, ya que se le abren varias opciones. Parece seguro que Unidas Podemos, Compromis e incluso el PNV le darán a Pedro Sánchez el apoyo que necesite, y que éste los aceptará sin dudarlo, pero el problema radica en que no será suficiente para pasar la investidura (que precisa de 176 diputados). Y entonces la duda está en cuáles serán los apoyos adicionales. Las opciones parecen claras: o se abstiene Cs para facilitar la investidura de Pedro Sánchez, o éste tendrá que apoyarse en los dos partidos independentistas catalanes (ERC y JxCat).

Si estuviéramos en un país donde los grandes partidos tuvieran sentido de estado, como lo tuvo el PSOE cuando se abstuvo en 2016 para facilitar la investidura de Rajoy, lo lógico es que Cs e incluso el PP apoyaran, absteniéndose, la investidura de Pedro Sánchez para impedir que éste tenga que buscar apoyo en los partidos secesionistas. Pero lamentablemente los puentes entre los grandes partidos están rotos. Aun así no habría que descartar esa posibilidad, siempre que se reconstruyan las relaciones entre PSOE, PP y Cs (la elección del presidente del Congreso y la de los miembros de la mesa podría facilitarlo). Si Pedro Sánchez lograra la abstención de PP o de Cs y no tiene que apoyarse en los partidos independentistas catalanes, sería una buena noticia para la estabilidad política de nuestro país.

En resumen, victoria clara del PSOE en las elecciones del 28-A, fuerte caída, pero no hundimiento, del PP, ascenso menor de lo esperado de Cs, fuerte caída de Unidas Podemos y una irrupción importante de Vox, pero menor de lo que esa formación esperaba.

Es un panorama que se avecina interesante, y que lo será más en función de cuál sea la dinámica política en el Parlamento. Esperemos que sea una dinámica de cooperación y no de confrontación, para que el nuevo gobierno pueda abordar las grandes políticas de estado que nuestro país necesita (la reforma constitucional, la transición energética, el pacto educativo, la reforma de las pensiones, el papel a desempeñar en la UE...).

* Catedrático de Sociología IESA-CSIC