Otra vez estamos en la Semana de la Movilidad. Las noticias que estos días leemos con respecto a la movilidad en nuestro entorno se centran en crisis y postergación o retraso de infraestructuras: autovía del Aceite, ronda Norte de Córdoba, metros de Málaga y Granada, nuevas líneas de metro en Sevilla, aeropuerto de Córdoba, circunvalaciones varias, trenes de Alta Velocidad, etcétera.

La mayor parte de estos proyectos carecen de la conveniente rentabilidad económica, social y ambiental; son proyectos que fundamentalmente benefician a las grandes constructoras y a intereses cortoplacistas de partidos políticos y que son pan para hoy y hambre para mañana. La obra pública en infraestructuras de transporte ha demostrado en España que no genera empleo consolidado.

Lo peor es que desde el Gobierno andaluz hasta el momento se sigue apostando por este modelo de movilidad elefantiásico, distante de la movilidad cotidiana, y solo se disculpa su no implantación por falta de financiación. Realmente no hay una reflexión desde el poder político consolidado que suponga una apuesta por un nuevo modelo de movilidad más sostenible y rentable similar al de otros países europeos.

Sería necesario que desde la consejería de Elena Cortés se deje de disculpar la falta de grandes infraestructuras por falta de presupuesto y se dé un golpe de timón que apueste por el metro en superficie (más barato), el tren de cercanías, las redes de carriles bici y los consorcios metropolitanos de transporte por ejemplo.

La ciudad de Córdoba se situó como un referente a nivel del reino de España con la aprobación en el año 1997 del Plan Director de Bicicletas de Córdoba que preveía la construcción de 72 kilómetros de carriles bici. Actualmente nos hemos quedado muy atrás, y ciudades como Sevilla se han convertido en un referente a nivel nacional con la construcción de una red muy amplia y conectada de carril-bici de más de 120 kilómetros y un triunfante sistema de bicis públicas.

Básicamente las propuestas que planteamos parten del análisis de cuál es la visión que tenemos del "problema del tráfico" en la ciudad: frente a la visión, por desgracia asumida por políticos y medios de comunicación, de que "el problema del tráfico" en la ciudad son los atascos y la falta de aparcamiento (que sólo sufren quienes tienen coche), nuestro planteamiento es que el modelo de movilidad en la ciudad basado en el coche individual es insostenible y que "el problema del tráfico" (que sufre toda la ciudadanía) es la contaminación acústica y atmosférica, el deterioro de la salud pública y de la calidad de vida y el derroche de espacio urbano, entre otros.

Asimismo, a la hora de plantear soluciones volvemos a enfrentar las propuestas "clásicas" de revisar constantemente la gestión del tráfico y generar más infraestructuras para el coche, frente a las nuestras por las que procedería tomar medidas para reducir su uso y fomentar otros modos más saludables y respetuosos con el medio ambiente como el transporte público, el desplazamiento peatonal y la bicicleta.

Partiendo de este análisis, planteamos la necesidad de implementar políticas transformadoras con el objetivo de cambiar hábitos de movilidad basados en el coche (ya que las políticas de gestión no son suficientes).

Al no haber medidas sobre número de ciclistas y peatones circulando por la ciudad de Córdoba no es posible ni para los ciudadanos ni para el Ayuntamiento evaluar lo que vamos evolucionando en estos tipos de movilidad. Da la impresión subjetiva de que cada vez se usa más la bicicleta en la ciudad pese a que la infraestructura (carriles bici y aparcamientos bici) está prácticamente estancada desde hace bastantes años.

Un año más el 2 de octubre empezará el curso académico sin el carril bici a Rabanales y sin la implantación del tren de cercanías a lo largo del eje del Guadalquivir. Un porcentaje elevado de los aparcamientos bicis que se están instalando por parte de los privados son de la peor clase facilitando el robo de las bicis.

Como positivo podemos señalar la centralización en una sola concejalía de los temas de movilidad, aunque como hemos ya comentado la participación ciudadana en órganos como el Consejo Municipal de Medio Ambiente, la Comisión de Movilidad o la Comisión de Accesibilidad del Casco Histórico es nula pues no se convocan.

* Miembro de EQUO Córdoba