Una ruta turística por la ciudad y provincia de Córdoba debe ser conexión de nodos, algunos de los cuales muy granulados conforman un nicho. Los guías turísticos y las agencias de viaje son los operadores del turismo colectivo en tanto que los puntos de información digitales y analógicos facilitan la conexión de estos nodos para aumentar la satisfacción del usuario. Los nodos son personas, organizaciones y actores que se relacionan, interactúan, intercambian información y conjugan intereses.

El Alcázar de los Reyes Cristianos, la Catedral-Mezquita, Sinagoga, patios, iglesias fernandinas y los museos son nodos que pueden o no conformarse como nicho. Son nicho los patios, iglesias fernandinas con sus conciertos, la catedral y sus autos sacramentales y desfiles procesionales.

Todavía no son nichos de esta red los baños árabes que son de patrimonio municipal y regional ni la conexión Torreparedones, Almedinilla, cisterna de Monturque y El Álamo de Puente Genil. Algún día las bodegas de Montilla formarán un nicho muy activo.

Dos nodos excepcionales son la Mezquita y Medina Azahara. La Mezquita es el nodo primero de la red turística de Córdoba. Lo es como lugar excepcional, como nicho de pequeños nodos culturales y procesionales y como sede de una eficaz organización, llamada Cabildo Catedralicio.

La red Mezquita-Catedral, Alcázar, Sinagoga obtienen su primacía no solo a través de las visitas sino de los usos, de su tradición y de su historia.

Pero los nodos son vulnerables al cambio, a la evolución y al colapso. El nicho de los patios corre el riesgo de colapsar en tanto que el nodo Catedral ha sabido evolucionar hacia una mayor versatilidad.

Un buen nodo debe servir para reforzar la confianza mutua entre organizaciones, instituciones y personas. Esa confianza crece anualmente en el nicho formado por los patios y me gustaría que se fortaleciese en el de las bodegas de Montilla y en la arqueología Romana desde Torreparedones al Álamo.

La Mezquita tiene su «etnicidad» y deseamos que se potencie con Medina Azahara. Pero para que la red funcione se precisa de organizaciones eficaces que se entiendan y personas que colaboren desde proveedores e intermediadores hasta los propietarios de estos legados. Dos instituciones públicas son elementos claves en el fomento de esta red: Diputación Provincial y Ayuntamiento de la capital. Sus dirigentes deben entender la naturaleza de esta red turística, el papel esencial de sus nodos y la eficacia necesaria de la interconexión entre nichos culturales, turísticos y de servicios complementarios. El papel del Ayuntamiento es el de reforzar la mutua confianza basada en la «etnicidad» de Córdoba y el de la Diputación el de apoyar la marca Córdoba en el Mundo.

* Catedrático emérito de la Universidad de Córdoba