El profesor de Historia en la Complutense Julio Gil Pecharromán invitaba a los alumnos de Ciencias de la Información a buscar en el pasado las claves de la actualidad y, a la vez, a ponerle titulares a los hechos históricos. Aún sigo aquella enseñanza. Casi siempre es más fácil encontrar las razones de lo que ha ocurrido hoy mismo en documentales de ‘Canal Historia’ que en los informativos. Incluso con los espacios de esa cadena sobre la supuesta existencia de alienígenas. Una conspiración extraterrestre es la única manera coherente de entender, es un poner, la actual confrontación en plena pandemia de la Comunidad de Madrid y el Gobierno Central. De hecho, lo de Madrid es una demostración de que puede que haya vida inteligente en otros planetas... pero no en Este.

Aunque no hay que irse tan lejos para encontrar claves en la Historia sobre nuestra actualidad incluso a nivel local y hasta en un ámbito tan pequeño como es el barrio. Por ejemplo, esta tarde en Córdoba comienzan a renovarse los consejos de distrito en un momento de crisis en el que el movimiento ciudadano se juega mucho. ¿Y qué puede encontrarse al respecto en la Historia? Pues, sorpréndase, la directora del Arqueológico, María Dolores Baena, que vive su trabajo con tanta pasión que la contagia con facilidad tanto a doctos como a profanos, me llamó la atención hace poco sobre las ‘asociaciones de vecinos’ que ya existían con los romanos. Alucinante. Resulta que hasta hay pruebas arqueológicas del primer ‘pique’ entre barrios cordobeses. Y es que los del vicus (barrio) Forensis, en el entorno de San Miguel-Cruz Conde-Morería, con muchos ‘pijus magníficus’ descendientes de las gents romanas, le dedicaron una estatua a un tal Lucio Axio de la que se conserva su pedestal (se pudo ver en 2012 en la muestra ‘Córdoba, reflejo de Roma’). Por otro lado, también se encontró la inscripción del pie de una imagen para Lucio Axio que le erigieron los del vicus Hispanus (castizos descendientes de linajes prerromanos) en su propio foro, al final de la actual calle Ángel de Saavedra.

Así, ambos grupos de vecinos marcaban distancias en sus sendos foros hasta rindiendo homenaje al mismo personaje, Lucio Axio Nasón, juez, tribuno militar y cuestor de la provincia Bética, cargo este último que implica que manejaba un pastón lo que, también es cierto, siempre ayuda a que te reconozcan. En todo caso es un hito el doble tributo a Lucio Axio en una ciudad en la que, desde hace dos milenios, cuando hay tensiones dentro de una colectivo se opta por constituir otra asociación siempre beligerante con la primera, en lugar de luchar, confrontar, escuchar y aportar en el seno de la misma entidad.

Desde Lucio Axio Nasón (que se merecería hoy otro monumento, aunque solo fuera por lograr que coincidiesen vecinos tan distintos) ha habido grandes personajes amados por toda la ciudad. Pero lo esencial, y con ello vuelvo a la actualidad recordando que hoy comienzan a renovarse los consejos de distrito, es esa lección de que sentirse de un barrio cordobés es muy poco si se pierde la perspectiva de toda la urbe, de lo que significa ser ciudadano.

Y disculpen que para llegar a esta conclusión les haya contado una ‘película de romanos’. Pero es que fuimos nosotros, los cordobeses, los que ya la escribíamos en piedra hace dos mil años. Qué menos que aprender de ello.