La Feria de Sevilla estrenó ayer una iniciativa amable y solidaria: cuatro horas «sin ruido» (más que sin ruido, con máxima reducción de sonidos estridentes) para facilitar que los niños con autismo especialmente sensibles a estos estímulos pudieran acudir al Real y disfrutar de las atracciones. El Ayuntamiento hispalense apoyó la iniciativa de la Asociación Asperger-TEA Sevilla, que fue aceptada por la Asociación de Empresarios Feriantes de Andalucía, Ceuta y Melilla. La idea es buena, y el Ayuntamiento de Córdoba también la llevará a cabo en la feria de Mayo con «horas de silencio» y un hilo musical que modulará el ruido en la Calle del Infierno. Es estupendo que pueda ayudarse a los chiquillos que no pueden tolerar esos volúmenes tan elevados.