Cuesta trabajo comprender que once príncipes saudíes se hayan manifestado frente al Palacio Real de Riad en contra de un nuevo decreto real, todavía no oficial que les va a obligar a pagar las facturas de electricidad y agua. Sí, asombroso, pues a estos personajes archimillonarios les pagaba la luz y el agua el Gobierno, y va a dejar de hacerlo. Si lo primero sorprende, lo segundo epata, y finalmente lo tercero, que es que han sido detenidos por su negativa a deponer su protesta, nos deja ojipláticos. Lo curioso es que hace un par de meses fueron detenidos otros once príncipes y 38 políticos, de ellos cuatro ministros, en una purga que se atribuye al intento de la Casa Real de frenar la corrupción. Vaya carga principesca que tienen los saudíes.