El Día Internacional contra la Violencia de Género, que en Córdoba reunió en una manifestación a más de 5.000 personas para gritar un ¡Basta ya! fuerte contra la matanza incesante de mujeres por sus parejas o ex, tiene hoy un colofón institucional en el Rectorado. Allí, a propuesta de la Subdelegación del Gobierno, llevada en la provincia con mano dulcemente firme por Rafaela Valenzuela -mujer con tantas capacidades como discreción-, se entregarán en presencia de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, los Premios Menina de este año, que han distinguido, junto al Equipo Mujer y Menor (Emume) de la Guardia Civil, a la Cátedra de Estudios de las Mujeres Leonor de Guzmán.

Más de veinte años de lucha intelectual para la promoción de los derechos de la mujer y contra su discriminación en todos los ámbitos se han querido resaltar con este galardón a la cátedra universitaria actualmente dirigida por María Rosal, responsable también de la Unidad de Igualdad de la UCO. Este departamento viene mostrándose muy activo en la promoción de políticas de igualdad de género en la comunidad universitaria y en su traslado a la sociedad a través de planes de formación en educación inclusiva. Pero con ello no hace sino prolongar y dar mayor eco entre profesorado y estudiantes a la labor constante y casi siempre callada llevada a cabo durante décadas por la Cátedra Leonor de Guzmán. En ese tiempo, mujeres brillantes como Anna Freixas, María Luisa Calero, Vicenta Pérez, Mercedes Osuna y la ya mencionada María Rosal -que como poeta que es añade lirismo a cuestiones por desgracia casi siempre carentes de él-, todas ellas y muchas más con su refuerzo técnico han liderado equipos volcados en el desarrollo de estudios desde una perspectiva interdisciplinar en el campo de la investigación y de la docencia. Trabajos científicos, y lo subrayo para que nadie quiera ver en ellos un ápice de trincherismo o desmelenamiento, en los que docentes e investigadores profesionales -aunque a decir verdad han sido muchas más las investigadoras- pusieron lo mejor de sí mismos en el rescate de la figura femenina de entre la neblina de la historia.

De la mano del Área de Igualdad de la Diputación, la Cátedra ha contado entre sus armas más poderosas, además del talento de sus integrantes, con el prestigio alcanzado por sus premios de ensayo, referente en los estudios de género. Es también de destacar la intensa labor de sensibilización que lleva a cabo en la provincia y en la capital con jornadas y ciclos de conferencias en institutos. Se centran estos últimos en la construcción de relaciones igualitarias de pareja para prevenir la violencia, esa tragedia social que, según apuntan las estadísticas, anida peligrosamente en el comportamiento de muchos jóvenes. Así pues, la entrega hoy de la estatuilla que reproduce a una menina velazqueña, realizada por reclusas, es un gesto de justicia y una semilla de futuro. Porque, como defiende María Rosal, nuestra salud democrática se mide por la igualdad real entre hombres y mujeres.