En la vida se toman decisiones importantes que marcan el futuro. Sin duda, una de esas decisiones es la elección del colegio donde confiar la formación y educación de los hijos. Allí pasarán gran parte de su tiempo, conocerán a sus mejores amigos y forjarán la base de los valores fundamentales. Nosotros apostamos por Bética Mudarra, y podemos asegurar que acertamos.

Tenemos tres hijos muy distintos entre sí. Cada uno de ellos ha necesitado un tratamiento distinto, y lo ha recibido. Cada uno de ellos ha necesitado una atención distinta, y la ha recibido. Además de la formación académica, siempre estarán marcados por los valores de la Institución Teresiana (valores religiosos, éticos, respeto al prójimo...). La educación recibida será el pilar de nuestros hijos el resto de sus vidas.

El colegio está lleno de grandes profesionales, pero sobre todo está repleto de grandes personas y todos han aportado algo. (Recepción, comedor, equipo docente, equipo de orientación, equipo directivo, etc.).

«Con dulzura se educa, con dulzura se enseña (...) con dulzura se hace todo lo bueno» (San Pedro Poveda). Gracias por tanta dedicación, gracias por tanta paciencia, gracias por tanta humanidad, gracias por todo.