Las tres grandes y diabólicas vertientes: enfermedad, muerte y pobreza son las malignas consecuencias del sufrido y aún no concluido virulento ataque pandémico; quedando además enmarcadas por la derivada del desempleo masivo. Y con respecto a las empresas, notablemente entre pequeñas y medianas, por la concernida escasez de liquidez, laminando la solvencia que estas hubieran podido disfrutar; y por el incremento y mayor repercusión en las correspondidas variables macroeconómicas. Sin que hasta ahora se haya escuchado nada de manera coherente y veraz sobre las nefastas resultantes sociales que generará esta crisis.
El temor al contagio se habrá asentado en la sociedad durante un tiempo no determinable; un estornudo será considerado como algo aterrador, al igual que también causa de repudio el estar empadronado en determinadas localidades donde la incidencia del virus ha resultado muy letal; como, injustamente, será estimada persona peligrosa aquella que haya estado o esté trabajando en un hospital, o en una residencia de ancianos por el baldón registrado del mayor número de decesos epidémicos. Sin embargo, ante todo ello, la subvencionada propaganda gubernamental, no exenta de terminología bélica, adobada con la obediencia a los ucases presidenciales, en síntesis muestran la tendencia a un futuro incierto, pleno de complejidad, de color hormiga y hasta aborrecible, propiciado por una entente social-comunista mendaz e incoherente, desbordado por tan nefastos aconteceres, concomitante con los avariciosos nacionalismos periféricos, unos ladinos soberanistas y xenófobos y otros, además, radicalizados e independentistas a ultranza, mas todos bien conocidos por anticonstitucionales.
Cierto que el asalto de la plaga se sufre a escala mundial pero es en España donde hasta ahora se registra mayor número de fallecidos por millón de habitantes. Si bien se hubiera podido atajar el ataque si a tiempo, como al parecer se sabía en las altas instancias, el freno al mal que nos asediaba se hubiera priorizado a las organizadas manifestaciones multitudinarias.
* Doctor ingeniero agrónomo licenciado en Derecho
