Córdoba vivió su noche de Vía crucis, como pórtico devocional a sus imágenes más queridas, en el interior de los templos y en las calles, entre inciensos y plegarias encendidas. El Rescatado, Ánimas, Nuestro Padre Jesús de la Sangre, el Caído, Nuestro Padre Jesús de la Redención, el Cristo de la Piedad, recorrieron calles y plazas de sus respectivas feligresías, y en el interior de sus templos, el Cristo de las Angustias, en San Agustín, y el Cristo de la Misericordia, en San Pedro. A pleno campo, por los aledaños del santuario de Scala Coeli, el Vía crucis con la imagen del Santísimo Cristo de San Álvaro. Fue la noche de los caminos y de los caminantes, la noche de la Vía de la cruz. Moltmann ha plantado en el centro de la teología contemporánea, como una bandera, la más definitiva de las preguntas; «¿Qué significa el recuerdo del Dios crucificado en una sociedad oficialmente optimista que camina sobre un montón de cadáveres?». Es cierto: jamás en su historia vivió el mundo esta gran paradoja: vivimos rodeados de muerte y jugamos a ser felices. Hemos declarado como dogma el progreso y estamos convencidos de caminar hacia el mundo mejor cuando todos nuestros senderos están llenos de dolor y de muerte. «La cruz ni se ama ni se puede amar, y sin embargo, solo el Crucificado es el que realiza aquella libertad que cambia el mundo, porque ya no teme a la muerte». Por eso, anoche, las calles de Córdoba se abrieron a la presencia de las imágenes de Cristo, en los momentos más dramáticos de su vida. Y por eso, las hermandades y cofradías, portando sus imágenes, proclamaban que el «Vía crucis», «el camino de la cruz», desemboca en la luz, en el triunfo final, en el rotundo éxito de la vida y de la plenitud. Anoche, se fundieron, en el interior de los templos, en las calles, en los campos, los latidos intensos de la fe, con los latidos de tantos corazones como, acompañando a Jesús, descubrían el poder de su salvación. Y los versos de Jesús Cotta: «Que sí, que existe Dios. / Me lo dijo mi padre en su agonía».

* Sacerdote y periodista