El presidente mejicano, Andrés Manuel López Obrador, al que la prensa de su país suele referirse por sus siglas, AMLO, ha pedido al Rey de España, Felipe VI (al que supongo que habrá que denominar como «F6») y al Papa Francisco (PF) que hagan un «relato de agravios» y pidan perdón por las «violaciones a lo que ahora se conoce como derechos humanos. Hubieron matanzas, imposiciones, la llamada conquista se hizo con la espada y con la cruz».

Pero... ¿qué tipo de broma de mal gusto es esta?

Primero: no quiero. No quiero que el representante de mi Estado y de mi Religión en la actualidad pidan perdón por mí por desmanes que hicieron unas gentes hace cinco siglos, que precisamente son los antepasados de los actuales mejicanos, porque los míos se quedaron aquí, en Europa. Si ningún código penal justo del mundo puede condenar a una persona por los pecados de su padre o de su abuelo... ¿qué hacen señalándome con el dedo por lo que hicieron unos sanguinarios hace cinco siglos?

Segundo: si los ancestros del otro lado del charco estaban oprimidos por los señores y la Inquisición, imaginen cómo lo estaban los míos, muchísimo más a mano para ser puteados bajo la bota de esos represores. Que esa es otra, que en este país los descendientes de duques y curas de la Inquisición son muy escasos. Nuestros antepasados fueron las víctimas durante siglos, no los verdugos. Para mí, es casi tanto como culpar a los judíos del genocidio nazi porque algunos tenían nacionalidad alemana.

Y no está de más ver la Historia desde otros ángulos y mantenerla en revisión, pero, y en tercer lugar, siempre el populismo nacionalista extremo ha buscado manejar el relato para encontrar agravios y culpables (generalmente gente débil) que ahora deben heredar unas supuestas culpas. ¡Qué casualidad! Justo como hacía la propia Inquisición con los descendientes de los conversos.

Además, sacar hechos de contexto y juzgarlos bajo conceptos actuales lleva a sinsentidos que pocas veces resultan tan evidentes como en este caso.

¿O por ser de Los Pedroches le voy a exigir a los italianos disculpas por haber ocupado la Oretania a sangre y fuego cuando lo mismo yo tengo más sangre romana que ellos? ¿Debo cargar por ser cordobés con los desmanes de los musulmanes y cristianos sobre los judíos, más aún si posiblemente desciendo de los tres grupos? ¿He de sentirme culpable del canibalismo de los neardenthales hace 250.000 años por poseer, como tiene de media cualquier europeo, un 2% de genes de esa especie? ¿Le pido yo responsabilidades a AMLO por cómo los aztecas tenían subyugados a infinidad de pueblos a cuyos habitantes les rajaban el pecho en sacrificios humanos? Pero… ¿qué chorradas son éstas?

Ya digo: es lo que pasa por aplicar el populismo nacionalista visceral a la ciencia histórica.

Bastantes cosas tengo en mi vida de las que arrepentirme para apechugar con lo que me quiera achacar el primer iluminado con un manual histórico simplista.