Tras 36 años de gobierno socialista, ya hay cambio en Andalucía. Tenemos a un presidente de la Junta y a un Gobierno de derechas, esta es la gran novedad. Cambio que se ha de recibir, al menos, con expectativas de que sea efectivo e impulse definitivamente el desarrollo económico-social de los andaluces. Cuando no sea así, es cuando se han de realizar manifestaciones y concentraciones exigiendo al Gobierno responsabilidad, pero no antes de que el mismo actúe, y sin carácter electoralista y sin que ningún partido político flete autobuses para que los manifestantes rodeen el parlamento, como ha hecho claramente el PSOE. Al respecto, me pregunto cuándo van a dejar de ser los socialistas y los podemitas los propietarios del movimiento feminista, pero sobre todo, cuando las mujeres vamos a manifestarnos, concentrarnos y decidir por nosotras mismas sin necesidad de tener detrás ningunas siglas. Por cierto, Susana Díaz protestó cuando Podemos llamó a rodear el Congreso de los Diputados para conseguir en la calle lo que no consiguieron en las urnas, y Sánchez tuvo que tirar de las fuerzas de seguridad para blindar el Consejo de Ministros que celebró en Barcelona. Ni aquella situación ni estas estaban democráticamente justificadas.

Esas manifestaciones no han afectado para nada la prevista y tranquila investidura de Juan Manuel Moreno como presidente de la Junta. Se abre un periodo ilusionante con el anuncio de reformas, cambios y mejoras, pero contando para ello con el consenso y el diálogo de todos los representantes parlamentarios. Con el diálogo se ha conseguido un cogobierno con Ciudadanos y que Vox lo apoye. Por ello no se entienden, las intervenciones que han realizado el resto de partidos en contra de la investidura y basadas en la discusión de la ley de género principalmente, cuando Vox no va a gobernar y está en la oposición con la izquierda, teniendo el mismo derecho que cualquier partido de apoyar a quien estime conveniente como lo hicieron en el ámbito estatal en la moción de censura, y ahora lo harán en los Presupuestos, PNV, ERC, Podemos o PdCat. Se equivocan quienes para criticar al nuevo Gobierno de Andalucía atacan a Vox, quien va a seguir haciendo ruido, porque puede tener el efecto contrario al que desean y propiciar aún más la subida de este partido.

Pero lo realmente importante es que el cambio llegó, la hegemonía socialista y su entramado llega a su fin. Entre las propuestas sensatas anunciadas y a las que deberían unirse el resto de grupos, destaco la de limitación de cargos a 8 años, y la bonificación del impuesto de sucesiones al 99%, que muchos reivindicamos igualándonos así a otras comunidades. E importantísimo la atención que dicen van a prestar a la familia, a toda clase de familia, y a la educación, porque desde ese ámbito se puede dar solución a muchos temas preocupantes de la sociedad, entre ellos la violencia.

Se abre una etapa interesante y con expectativas de una coalición forzada a entenderse e ir de la mano por mucho que quieran diferenciarse. Tienen la oportunidad de que no solo sea histórica la salida del socialismo de la Junta sino también la gobernabilidad de Andalucía, para hacer de nuestra Comunidad una región con más empleo, progreso, desarrollo y unidad. Y esa ilusión y cambio es la que se espera.

* Abogada