La librería Luque

Por la calle Abrazamozas, dirección plaza Emilio Luque, un gran cartel dice en el escaparate de una tienda: «Libros y discos a 0.50 euros. ¿No os acordáis?». Iba yo pensando en la herencia que los padres de una cierta edad vamos a dejar a nuestros hijos y vi de momento que en nada se parecerá a un paquetito de contenido digital y sí a un gran camión de fardos y baúles lleno de discos, libros, cassettes y vídeos que no tendrán cabida en ninguna casa o piso. Nos duele a ciertos padres de una época que lo que para nosotros era hacernos con un digno patrimonio cultural que pasarle a nuestros hijos ahora se haya convertido en una pesada carga que ya no aceptan ni los ayuntamientos. Los discos y cassettes no tienen que comprarlos nuestros hijos, que la música ya está en Youtube, los libros se miran en la pantalla del móvil y los vídeos son un incordio porque lo que se lleva son las series de Netflix. Y mientras miramos todo el capital de juventud gastado en cultura, que ahora no quieren nuestros hijos, pienso en los cien años de la librería Luque, aquella que condujo nuestra sabiduría desde la calle Gondomar cuando de estudiantes casi niños nos metíamos en esos recovecos de la cultura, el sancta sanctorum del saber, buscando libros con los que chulear luego delante de nuestros amigos. Evidentemente que en Córdoba hemos conocido algunas librerías más pero esta de la calle Gondomar fue el escaparate del saber al que nos asomábamos con una frecuencia mirona más que compradora para ver, sobre todo, por dónde iba la literatura y la filosofía en el mundo. O el arte. Me acuerdo cuando Córdoba fue nombrada ciudad patrimonio de la humanidad en 1994 y al menos un año después una editorial segoviana vino a preguntar al Ayuntamiento ---en manos del PP del 95 al 99-- quién podría escribir un libro sobre el tema. En 1997, en el escaparate de la Librería Luque de la calle Gondomar se exhibía el libro ‘«Córdoba. Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España’ firmado por Antonio Gala y Manuel Fernández. Costaba 4.990 pesetas y en 2008 se hizo nueva edición, también en inglés. Afortunadamente he sido una persona que ha expuesto un libro en la Librería Luque.