A tenor de los resultados de las elecciones de este año y del comportamiento postelectoral de nuestros políticos, mucho me temo que el entorno político no va a mejorar significativamente. Y entiendo por entorno político el conjunto de decisiones de las instituciones y de las distintas administraciones para resolver los problemas de la ciudadanía, mediante el ejercicio de su potestad legislativa y el uso de los recursos y capacidades públicas.

Y digo que no va a mejorar significativamente el entorno político porque, en el plano europeo, la fragmentación tras las elecciones europeas, el brexit, el permanente desafío de los países del Este y la crisis política italiana, así como la ausencia de un liderazgo claro (¿realmente creen Macron y Sánchez que pueden liderar la Unión Europea sin contar con Alemania?) darán como resultado una parálisis que notaremos poco a corto plazo, pues hay un generalizado desconocimiento de la ciudadanía europea del funcionamiento de la Unión y la política europea no es seguida en nuestro país. Pero el hecho es que la política europea, salvo sorpresa, mantendrá su catatónico funcionamiento, alejada de los problemas a los que tendría que enfrentarse. Poco podemos esperar de Europa que nos ayude a resolver los graves problemas medioambientales, los de descenso demográfico o los de derechos de los inmigrantes a los que nos enfrentamos.

Tampoco parece que vaya a mejorar el entorno político español, pues el Gobierno del señor Sánchez, con un respaldo popular del 28,68% de los votos y 123 diputados, no tiene apoyos suficientes para abordar un proyecto de país, ni de sociedad, ni de economía, más allá de gestos como los de los viernes sociales. El novedoso «Gobierno de cooperación» que parece que finalmente tendrá con Podemos y los independentistas, no garantiza, tampoco, ni los apoyos, ni la estabilidad suficiente, pues habría muchas concesiones a los independentistas que difícilmente podría explicar, como habría contradicciones en su política económica, ya que no hay demasiada coincidencia entre los intereses del empresariado vasco y las posiciones ideológicas de Podemos. Me temo que, en el plano español, los tiempos políticos que se avecinan, lejos de ser de debates y decisiones meditadas sobre nuestros problemas de paro, deuda pública, demografía, violencia machista, desigualdad, corrupción, educación, envejecimiento, unidad territorial, etc. serán de debates estériles y decisiones simples.

Finalmente, no creo que vaya a mejorar mucho la situación política en el nivel autonómico, porque aún quedan demasiadas inercias del pasado, no hay un proyecto político unitario entre PP y Ciudadanos (más allá del desalojo del PSOE), les está costando mucho mover una burocracia ineficaz y Vox perturba en demasía a unos y a otros. No creo que el entorno político en el que la ciudadanía desarrolla su vida cotidiana, que la situación política, vaya a mejorar en los próximos meses, pues las capas que lo componen (y a las anteriores tendríamos que añadir las administraciones locales) son muy poco eficientes para abordar los problemas a los que nos enfrentamos y las soluciones que proponen los políticos que hemos escogido son muy fragmentarias o parciales. Y, para comprobarlo, bastaría con analizar en cuantas veces se habla de paro, de violencia machista (con Pacto de Estado incluido), de desigualdad o medio ambiente y cuál es el resultado de todas las soluciones que aportan.

Peor aún, mucho me temo que la mayoría de los políticos de casi todos los niveles andan ocupados en nimiedades que no resuelven los problemas de la gente, ni los cotidianos y más acuciantes (el paro, la pensión, los alquileres, la educación, los mayores, etc), ni los que tenemos planteados a largo plazo como sociedad y como parte de la Humanidad (el medio ambiente, la desigualdad, los flujos migratorios masivos, los ataques a la libertad a partir de la tecnología, etc).

No, no creo que el entorno esté hoy mejor que antes de las elecciones y no creo que mejoremos. Lo que me lleva a la inquietante pregunta de ¿es la ciudadanía como sujeto colectivo racional?

* Profesor de Política Económica. Universidad Loyola Andalucía