Durante los días en que hemos celebrado la Navidad, nuestros cuerpos están saciados de comidas y bebidas. No deberíamos habernos sobrepasado demasiado, que luego vienen los kilos de más, y no sabemos cómo quitarlos, ya que los kilos se cogen fácilmente pero soltarlos cuesta lo suyo. Y es que todos los años pasa lo mismo: que nos empachamos de toda clase de comida, dulces y licores y no nos damos cuenta a veces del daño que nos produce a algunos en nuestro organismo. Animo a cuidarnos y a no engordar ya que los kilos no traen nada bueno, sino al contrario, nos pueden pasar malas jugadas con cólicos y pesadeces de estomago. No hemos debido abusar de las comidas ni de las bebidas en estos días navideños, el cuerpo no lo agradecerá. Pero no nos damos cuenta y nos entra avaricia de tanto manjar sabroso. Luego vienen también los colesteroles. Pero pensamos en que nada más que se vive una vez y nos damos las tragantadas de comida, como si no hubiese más días al año, y lo devoramos todo de un tirón, que no dejamos nada para el mañana. Y hay que saber hasta dónde podemos llegar, que nuestro organismo es una máquina muy inteligente y nos pueden pasar factura unos kilos de más.