La imagen salió ayer en varios informativos de televisión. Cataluña, día del referéndum ilegal. Un padre se interpone ante la policía para evitar que esta acceda a un colegio electoral, con su pequeño hijo montado a cuestas. Uno de los agentes logra sacar a padre e hijo de la turbamulta y, parece ser, convence al progenitor de que no permanezca allí con un menor de edad (no tendría más de cuatro años), pues existe gran posibilidad de que tengan que emplear la fuerza para cumplir con lo ordenado por los jueces. La utilización de menores como escudos humanos ya no es patrimonio exclusivo de ciertos regímenes de más que dudosa adscripción democrática y escaso o nulo respeto por los derechos humanos. Una lástima.