El pasado año de 2017 fue un periodo de tiempo que en el aspecto taurino vino cargado de efemérides y en su transcurso se cumplieron el centenario del nacimiento y el setenta aniversario de la muerte del diestro cordobés, figura de todos los tiempos, Manuel Rodríguez Sánchez Manolete. Estas efemérides se convirtieron en el principal punto de atención de cuantos han querido y quieren a nuestra inigualable fiesta de los toros, se manifestaron siempre fieles seguidores de su historia y siguen viendo en la figura de Manolete a un verdadero califa del toreo, que tras una breve carrera supo erigirse, gracias a su pundonor y clase taurina, a su desbordante personalidad y , en resumen, a su excepcional calidad como torero y como persona, en una grandiosa figura, desaparecida prematuramente en la plaza de toros de Linares -de la que ahora se cumplen 71 años- y convertido, desde entonces, en un indiscutible mito del toreo.

Muchas entidades, especialmente de tipo taurino, nacionales y extranjeras, organizaron en 2017 gran cantidad de actos en honor de Manolete, con motivo de cumplirse estos aniversarios de su nacimiento y muerte. Córdoba, por supuesto, no podía quedarse atrás y a lo largo de todo el año le ofreció un buen número de homenajes de todo tipo y promovidos por muchos estamentos, entre los que ocupó la parte mas importante la organización municipal. Entre estos actos, los hubo de gran categoría, y otros de bastante menos. De todo, como en botica. Creemos que pudo haber siempre buena intención en sus organizadores, pero con resultado de acierto bien distinto. En resumen; que la vida sigue y la estela de este monstruo no se extingue. Y ahora lo que toca es la celebración de un nuevo aniversario de su muerte.

Cuando José Luis Sánchez Garrido José Luis de Córdoba, crítico taurino desde la fundación de este periódico y amigo personal de Manolete, muere en el 2007, a los 92 años, ya tenía preparado un breve artículo para su publicación, recordando como siempre a su amigo Manolo, al que consideraba el más grande de todos los toreros y, además, también, un caso extraordinario como persona. Nosotros, desde entonces, tomamos el relevo para recordarlos a ambos y nos enorgullece especialmente hacerlo con aquel personaje que tanto enalteció el nombre de su tierra.

Asimismo, el que suscribe, con el beneplácito del Ayuntamiento y la colaboración inapreciable de la directora de sus museos, Mercedes Valverde, ha hecho posible que quede en el museo taurino, depositado para la posteridad, gran parte del extenso legado del periodista. Se nos insiste que tenemos que trabajar más para conseguir que Córdoba cuente con un museo excepcional de recuerdos de grandes personajes de la fiesta taurina, entre ellos del más destacado, Manuel Rodríguez.

Pero también habrá que tener en cuenta que existen muchos detractores de la tauromaquia. En Córdoba y fuera de ella. Se dice -y con bastante razón- que los mayores enemigos se encuentran dentro de la fiesta. Es muy posible. Acabamos de enterarnos de que en nuestra ciudad, en una de sus calles, la acera de Guerrita, hace mucho tiempo que fue retirado el busto del califa cordobés, parece ser que para hacer un carril-bici. El autor de la obra, de 1980, es Andrés Quesada. No ha vuelto a su sitio el busto de Guerrita, aunque se cree que será repuesto en breve.

Estas cosas y muchas parecidas no debieran ocurrir en Córdoba. No tienen sentido. Pero tampoco vamos a entrar -ahora- a analizarlas. Lo nuestro, por estas fechas, es seguir proclamando la grandeza de Manolete. Y que no se nos olvide que Córdoba, ateniéndonos a la historia, es la cuna del toreo. Ni más ni menos...

* Escritor