China acaba de «alunizar» en la parte oculta de nuestro satélite una sonda que cultivará vegetales. No puede estar más claro lo lunático de nuestro sistema político-ecológico mundial, que consume inmensos recursos en darnos esperanzas de poder vivir en el cielo mientras que destroza nuestro planeta, incluidas las tierras de cultivo para alimentar a los casi mil millones de hambrientos, «famélica legión», hoy en aumento, que no consigue por su misma debilidad física escapar de su inhumana situación.