Son muchos los dirigentes políticos y responsables de ámbitos de la administración, quienes ante un evidente fracaso acuden a expresar públicamente que les ha faltado la actitud de escuchar y comunicar, aquello de, he oído el mensaje. Tenemos la percepción que fluye con naturalidad la comunicación entre la administración local y los ciudadanos. Web municipal, ruedas de prensa, medios de comunicación, notas informativas, Facebook, Instagram, WhatsApp de grupos, YouTube y muchos más canales pero el ruido mediático y la distorsión de las redes sociales puede causar una extraña sensación de indefensión ante burdas manipulaciones.

En el firmamento estrellado de noticias brillan más las simplezas y el populismo que la gestión de recursos para el progreso y desarrollo de una sociedad. No hay correlación de éxito administrativo con resultados electorales. Si ponemos sobre la balanza la acción política coordinada desde parámetros de crecimiento económico y laboral junto a concienciación en temas sociales y medioambientales y en el otro platillo el respaldo electoral, nos vamos a llevar una sorpresa, la demagogia vende. Lamentable, pero charlatanes de feria, haberlos, los hay. Ello no debe inducir a este recurso pernicioso del sistema. Salvapatrias y criptofascistas elevan el tono inmisericorde.

Convivir con desinformación y el catastrofismo debe ser combatido mejorando la acción política, al municipio municipalismo, cercanía, escuchar, participar y comunicar con todos los medios legales y profesionales al alcance. La fotosíntesis política no es una fotografía, es la capacidad de convertir la obligada gestión del municipio en gestión social, conjunto de acciones para todos los ciudadanos. No requiere más el niño que más patalea sino aquellos que esperan justicia y mejoras en sus vidas, en sus barrios, en sectores sensibles como la juventud, la mujer, los mayores y el empleo.

* Historiador y periodista