Uno de los grandes peligros de las redes sociales se centra en las «noticias falsas». No es fácil detectarlas. Vienen a ser como un «virus» al que no se puede combatir. ¿O tal vez sí? Francia ha plantado cara a las noticias falsas y a la desinformación. Las batallas se libran en el frente político, legislativo, cultural y educativo. Desde la sociedad civil, los profesionales de la información proponen iniciativas. Belén Huertas nos informaba hace poco en Aceprensa del ejemplo que nos ofrece una asociación Entre Les Lignes (Entre líneas), liderada por Sandra Laffont, periodista de la veterana agencia France-Presse. Su principio es bien sencillo: «Ante las noticias falsas, formación en las aulas». La idea de Lafonnt y sus colegas creció en un terreno bien preparado. En los años 70 ya estaban sentadas las bases del Centro de Educación en Medios e Información, un organismo que depende del Ministerio de Educación. Dirigido por un periodista y con la orientación de profesionales de la educación, ofrece recursos para profesores y organiza concursos de periodismo en los colegios. En 2015, Francia empezó a subvencionar cursos sobre información, veracidad e internet. Hoy, con un presupuesto de 6 millones de euros, financia asignaturas optativas en la enseñanza secundaria. Otra muestra del interés del gobierno por ilustrar a sus ciudadanos es el requisito que deben cumplir los destinatarios de ayudas sociales en algunos casos, como acreditar el buen uso de internet. En ese contexto, Entre líneas ofrece de forma voluntaria talleres para jóvenes, así como apoyo a educadores. El camino no ha sido fácil. Primero fue la concienciación y después convecer al gobierno para que hiciera suyos los objetivos de una organización civil. El propósito fundamental: promover el pensamiento critico entre los jóvenes, conforme a esta sugerencia: «No se trata de hacer que nuestros estudiantes sean periodistas en ciernes, --se lee en su web--, sino ciudadanos ilustrados, capaces de clasificar la información y las imágenes que reciben diariamente, de dudar de la fuente de una publicación, de entender el contenido».

* Sacerdote y periodista