Al fin, billetes de tren entre Madrid y Barcelona a precios razonables. Le llaman low cost. En realidad, una alternativa asumible cuando el viaje corre a cargo del bolsillo de un particular. AVLO empezará a operar a partir del 6 de abril. Para darse a conocer, Renfe la iniciado una campaña de lanzamiento con una promoción gancho. Cada día, hasta el 5 de febrero, a partir de una hora determinada se ponen a la venta un número cerrado de billetes a precios reventados. Premio para el más rápido. Basta asomarse a las redes sociales para palpar el ánimo generado. Para la mayoría, la experiencia se ha reducido a la frustración de no poder ni entrar en la página de la promoción. Un intento tras otro hasta llegar al mensaje de fin de la oferta del día. Sin duda habrá quien ha ganado esos billetes. A cambio, AVLO ha cosechado la antipatía y la indignación de miles de posibles usuarios.

Las promociones son un modo excelente de conseguir notoriedad. Siempre que estén bien hechas, que la experiencia sea positiva y que contribuyan a construir imagen de marca. La campaña de AVLO es evidente que no está siendo así.