Hay algún problema en sentirse bella y en saber y querer utilizar la belleza en tu trabajo?, me pregunta Ava Gardner mientras guiña tras el Bloody Mary con esos ojos que son el origen del mundo. ¿Sabes cuál es el problema, plumilla?, añade dando una calada a la boquilla nacarada del Camel. El problema es -concluye- que todos llevamos dentro la verdad. Sí, estamos rodeados de quienes se sienten en la obligación de salvarnos de un modo u otro, a unos y a otras. No niego que la intención sea buena, pero en todos los procesos históricos (Ava es culta, según veo) lo que empieza con buenas intenciones acaba en hoguera o paredón: mira las ortodoxias religiosas y políticas... Too much ideología o idealismo y poco respeto por la libertad individual, joven. Ava descruza y cruza los esplendorosos muslos, que no tengo problema en admirar puesto que lo hace porque le da la gana y sabe el efecto que produce. Sí, opinador, el problema es que quienes quieren salvar a las mujeres lo hacen con buena intención, y lo malo es que lo hacen a bulto, sin matizar y en general. ¿Hay algún problema en sentirse bella y utilizar la belleza en el trabajo, como otros utilizan la inteligencia, la habilidad, la maestría? La belleza y todas esas cosas son dones que uno o una puede, si quiere y sin imposiciones, cultivar, perfilar, ejercitar, incluso para ganar dinero. Ahí está el quiz, plumilla, la libertad en libertad, sin imposiciones pero sin restricciones. Repito, joven, huye de las buenas intenciones ajenas, escribe, escribe, que hoy he leído que también van a suprimir las azafatas en la Fórmula 1 y en los congresos, a las bellas les van a quitar el trabajo, ya ves, porque los inquisidores sólo creen que ellas lo hacen por ser bellas, no porque quieren hacerlo o porque sirvan para ello (es sacrificado), porque los inquisidores nos están volviendo a todos tontos. Están bien las leyes que protejan de la explotación, del abuso, de la actividad laboral impuesta basada en el atributo físico, pero muy mal el mezclar las churras con las merinas, la velocidad con el tocino. Eso me dice Ava, antes de marchar al set de rodaje contoneando las caderas.

* Profesor