Estas fueron sus palabras, más o menos: quiero a Andalucía, lucho por Andalucía, amo a Andalucía, y me quedo en Andalucía. Pues bien, convocaron las primarias, y le faltó tiempo para presentarse a la presidencia del PSOE, para ganar e irse para Madrid, pero tuvo su castigo. ¿Qué le parecería que los socialistas nos fuéramos también? Pero no a Madrid, sino que nos fuéramos a otro partido político. ¿Qué podemos esperar de una persona que nos hizo esta jugada?. Quien lea estas letras, pensará que soy contrario a su partido, ni mucho menos, lo que soy es coherente y sincero conmigo mismo, cosa que os falta a más de la mitad de los políticos. Tenemos cientos de problemas en Andalucía, individuales y colectivos. Yo, 53 años, parado, sin cargas familiares, y sin ayudas. Nunca, ha salido de su boca este problema. Ayuda a los agricultores, pescadores, ganaderos, autónomos, etc. A estos sectores se les puede rascar votos, ¿verdad, Sra. Susana? Pero nuestro colectivo es minoritario, no merece la pena. Si le parece, seguimos haciendo campaña electoral, y como decían los humoristas Tip y Coll, «Hablaremos del Gobierno», y también de los ERE.