Bajo el titulo de: ‘Simulacro en la Mezquita’, el día 9 de julio en la página 10 del Diario CÓRDOBA, aparece una fotografía de un señor bombero, apagando un supuesto incendio en el tejado de la Mezquita Catedral.

Pues bien, llevo 25 años en la construcción: ¿Se pueden imaginar las decenas de cursos de prevención de riesgos laborales que he tenido que pasar? Y cuál es mi sorpresa que veo a este señor, sin atar a ninguna guía de vida. Algunos dirán que no hay peligro de caída al vacío, vale. ¿Y el casco?, ¿dónde está el casco? En un simulacro se debe tener la misma actitud, conducta y profesionalidad que en un incendio real, ¿qué ejemplo le estamos dando a la juventud venidera? Lo mismo que reacciono yo como un pobre peón albañil, ¿dónde estas las personas que implantan cursillos? ¿Y los sindicatos? ¿No se dan cuenta de estos pequeños detalles?

A lo mejor el que estoy equivocado soy yo, pero luego qué rápido salen con las pancartas diciendo «ni una víctima más». Por favor hagan más inspecciones. No avisen un día antes que se van a pasar a inspeccionar, etcétera. Hay que combatir los accidentes laborales, pero con más empeño y más dedicación y humildad.