Lo único que le faltaba a este país de pandereta y folclore es que la TVE, la televisión pública que está financiada con el dinero de todos los españoles, entrevistara a un terrorista, colaborador de la banda más criminal y sangrienta que ha existido en España, con más de 800 atentados, entre los que hay que contar a muchas mujeres y niños que nada tenían que ver con la supuesta "guerra" que esta gentuza entabló contra el Estado.Y hablo con mucho conocimiento de causa, porque yo, junto con mis compañeros, he combatido al terrorismo cara a cara, en los años más recrudecidos de esta banda de cobardes miserables.

Arnaldo Otegi, bajo mi opinión personal, es escoria, y como tal escoria hay que tratarlo, manifestar como manifestó en dicha entrevista, entre otras lindeces, que su banda con la que tanto afín tiene, que el dolor provocado "era más allá del necesario", era para que acto seguido se hubiese suspendido la misma. Pero no, Pedro Sánchez, se tiene que asegurar de que los cuatro diputados que esta banda de asesinos tiene en el Congreso (algo inaudito por cierto, en cualquier país con una democracia, medio sería), le van a facilitar su voto o por lo menos se van a abstener, en la sesión de investidura.

Rosa María Mateos debería dar explicaciones públicas del motivo por el cual se le ha concedido una entrevista a "un hombre de paz", tal y como lo calificó el inepto de Zapatero, en su día. Que un personaje que para mí, no merece ni el calificativo de persona, se pueda pasear por los platós de la televisión pública, como Pedro por su casa, es de autentica vergüenza. Pero la culpa no se la echo a este indeseable, la culpa se la echo, primero al descerebrado o descerebrada a quien se le ocurrió realizar la entrevista, para seguir con los responsables de la misma.

Y así nos va, señores y señoras, este país no tiene remedio, somos el hazmerreír del mundo entero, y eso lo hemos podido comprobar, cómo en la cumbre del G-20, el presidente estadounidense, Donald Trump, le indicaba con el dedo de la mano a Pedro en dónde se tenía que sentar. Más ridículo no se puede hacer, pero es lo que toca, y más con el hatajo de políticos que tenemos, que la mayoría no sirve ni para pegar sellos de correos.