Open Arms incrementa la presión a los gobiernos para lograr un puerto seguro para los 160 migrantes rescatados en aguas del Mediterráneo. El fundador de la oenegé, Òscar Camps, instó ayer al Gobierno de Pedro Sánchez a denunciar a Italia y Malta ante el Tribunal de Hamburgo por impedir el desembarco en sus puertos de los refugiados a bordo del Open Arms y del Ocean Viking, el barco de Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Mediterráneo. Este último buque acumula a bordo un total de 251 migrantes, tras llevar a cabo tres rescates en tres días en aguas internacionales frente a las costas de Libia.

Camps advirtió de que si no reciben autorización para atracar en algún puerto, lo harán por iniciativa propia por «motivos humanitarios», aun con los riesgos administrativos y legales que ello comporta. «Además de la ineptitud de los políticos, tendremos que exponernos a la amenaza de multas y a la ruina económica», dijo. En este sentido, sin embargo, Open Arms destacó que esta sería la «última opción, en caso extremo de emergencia humanitaria».

El barco español recibió ayer autorización para desembarcar a dos mujeres (una con neumonía y otra con un tumor cerebral), que serán llevadas en helicóptero hasta Malta, y a un hombre con tuberculosis, que será llevado hasta un puerto italiano.

UNOS 14.000 MUERTOS / «Queda muy bien decir que el resto de países no hacen nada, pero la realidad es que en lo que llevamos de legislatura europea han muerto 14.000 personas en el Mediterráneo», recordó Camps en alusión a la posición del Gobierno español, que ha pasado la pelota del problema a otros países con el argumento de que es siempre España la que ayuda.

Open Arms reclama que se activen los mecanismos europeos para permitir el desembarco de los migrantes. Camps recordó que la llegada a puerto permitiría la asignación de cuotas de reparto entre los países del sur de Europa que en julio acordaron atender a las personas rescatadas en el Mediterráneo. «Ningún estado miembro quiere poner en marcha estos mecanismos».

SITUACIONES DE TENSIÓN /Agregó que la situación en el Open Arms se ha estabilizado en las últimas horas, después de que la tensión creciese el sábado con el rescate de otros 39 migrantes y la propuesta de Malta de acoger solo a estos y no a los 121 restantes. Camps desveló que «ha habido momentos de dura violencia» por la ansiedad de los refugiados y su deseo de desembarcar.

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, aseguró que el Ejecutivo está sensibilizado con la labor humanitaria de la oenegé, porque «es un drama humanitario, porque hablamos de Europa y porque el barco tiene pabellón español». Dicho esto, el ministro criticó a los «abanderados de la humanidad que nunca han de tomar una decisión» y les acusó de «creer que solo ellos salvan vidas desde el ámbito privado». Por su parte, desde Ciudadanos han acusado al presidente en funciones, Pedro Sánchez, de tener una actitud errática en la política de apertura de puertos. Sin embargo, el Gobierno ha reiterado que la inmigración es una cuestión Europea. En esta línea se ha expresado el propio Ábalos: «España asume su responsabilidad, pero no la de otros países».