1 Irlanda, el gran escollo del acuerdo

La cuestión irlandesa ha sido uno de los grandes escollos de la negociación. Los esfuerzos se han centrado en la búsqueda de una solución para la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte que evite el regreso de una frontera visible a la isla, con el regreso de los controles aduaneros y la instalación de infraestructuras que ponga en peligro los acuerdos de paz de Viernes Santo, firmados en 1998, tras tres décadas de violencia entre unionistas y republicanos en la provincia. Tanto Bruselas como Londres se comprometieron hace un año a evitar ese riesgo y a buscar soluciones creativas pero diseñar una red de seguridad válida para ambas partes.

2 Irlanda del Norte, en el mercado único

La solución pasa por que todo el Reino Unido se quedaría en la unión aduanera de forma provisional, durante el periodo de transición. Durante este período Londres no podrá negociar acuerdos comerciales con terceros países ni podrá abandonar esa unión aduanera de forma unilateral. Además, Irlanda del Norte seguirá vinculada por las reglas del mercado único en materia de bienes y productos -para que puedan circular con libertad en un territorio sin frontera- mientras que Londres no tendrá ni voz ni voto en la negociación de nuevas reglamentaciones y tendrá que seguir respetando las reglas de ayudas de Estado y las normas fiscales y medioambientales para evitar el dumping.

3 La transición durará 21 meses

Consumado el divorcio, el 29 de marzo de 2019, el periodo de transición en el que regirá la unión aduanera durará 21 meses en los que se negociará el futuro acuerdo comercial. Durante este tiempo, Londres tendrá que seguir aportando económicamente al presupuesto de la UE y cumplir con la normativa europea. Este período concluirá el 31 de diciembre de 2020, pero la UE ya ha dejado claro que estaría dispuesta a prolongarlo, una sola vez y de forma limitada en el tiempo, si es necesario más tiempo. Los euroescépticos, por su parte, recelan que sea un intento de intentar que Londres siga atada la Unión Europea durante muchos años y prefieren una salida de la UE sin acuerdo.

4 Los planes de contingencia siguen

La consigna sigue siendo prepararse para la eventualidad de una salida sin acuerdo. La Comisión Europea ha publicado su plan de contingencia con siete áreas prioritarias en las que podría actuar: permisos de residencia y visados, servicios financieros, transporte aéreo, reglas sanitarias y fitosanitarias, transferencia de datos personales y cambio climático. Todas las medidas que se puedan adoptar en estos ámbitos para facilitar el buen funcionamiento serán limitadas, adoptadas unilateralmente por la Unión Europea. Por ejemplo, Bruselas propone que los británicos puedan entrar para estancias cortas sin necesidad de visado pero siempre y cuando haya reciprocidad de Londres.

5 Un calendario apretado y en el aire

Tras superar la prueba de fuego en el Gabinete de Theresa May, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, podría convocar una cumbre extraordinaria este mes de noviembre para refrendarlo a nivel de jefes de Estado y de Gobierno. Es el plazo -unos 10 días- que necesitan las 27 capitales europeas para examinar con detalle un texto que contiene entorno a las 500 páginas. Aun así, los líderes de la UE todavía necesitarán la cumbre del 13 y 14 de diciembre para dar el aval definitivo a la declaración política. A partir de entonces, ambas partes tendrían vía libre para iniciar la ratificación parlamentaria en el Parlamento británico y la Eurocámara.