El terror provocado en el corazón de Londres cruzó ayer el canal de la Mancha. Las autoridades belgas detuvieron en Amberes a un hombre de nacionalidad francesa y con domicilio en Francia, Mohamed R., de 39 años, tras intentar arrollar a las personas que se encontraban en una céntrica calle peatonal de la capital de Flandes. Aunque el hombre se dio a la fuga, fue detenido posteriormente y en su vehículo se encontraron diversas armas.

El suceso ocurrió poco antes de las 11 de la mañana en las cercanías del Meir, la principal arteria comercial de Amberes. Un vehículo matriculado en Francia, según confirmó la fiscalía federal, entró circulando a gran velocidad poniendo la vida de los peatones «en peligro». Los militares desplegados en la zona intentaron darle el alto y detenerlo pero se dio a la fuga. Un equipo de intervención rápida de la policía terminó arrestándolo más tarde cerca de los muelles, junto al río Escalda.

En el maletero del vehículo fueron encontradas diversas «armas blancas, un fusil antidisturbios y un bidón que contiene un producto todavía indeterminado», confirmó la fiscalía.

También fue necesaria la particpación de un equipo de artificieros del Ministerio de Defensa para examinar el vehículo. Las autoridades decidieron trasladar el caso a la fiscalía federal aunque no hay de momento vínculos que apunten a un posible atentado terrorista. Según publicó ayer la prensa belga, el individuo en cuestión conducía en estado de embriaguez y no estaría fichado por los servicios antiterroristas franceses, aunque sí por delincuencia y drogas.

El hombre, nacido el 8 de mayo de 1977, iba vestido según la prensa belga con «ropa de camuflaje» aunque el dato no fue confirmado por las autoridades. Bélgica, que este pasado miércoles conmemoró con diversos actos el aniversario de los atentados del 22 de marzo de 2016 en Bruselas, mantiene la vigilancia reforzada.

El primer ministro, Charles Michel, ensalzó la labor de las autoridades asegurando que habían estado «ejemplares en su trabajo».

También el alcalde de Amberes, Bart de Wever, agradeció a la policía y los militares su «respuesta rápida y eficiente» que permitió «detener al sospechoso de una forma profesional».