Son la pareja más de todo del mundo del espectáculo en Estados Unidos: la que más dinero gana, la que más premios acumula, la más poderosa y la que más titulares da. Hasta incluso han sabido darle la vuelta a una infidelidad -en este caso de él-, y hacer música con ello. Como terapia les ha funcionado y así han salvado un posible divorcio tras nueve años casados, 15 de relación y tres hijos en común. Hablamos de Jay-Z, de 47 años y de Beyoncé, de 36.

El rapero ha confirmado que, tal como apunta en una de las canciones de su último disco, 4:44, no fue fiel a Beyoncé. "Cuando ocurren estas cosas, la mitad de la gente lo deja porque no son capaces de mirarse a los ojos. Porque lo más duro es ver en la cara del otro el dolor que has causado y después tener que lidiar con ello", ha confesado el cantante y productor, que acumula ocho nominaciones para los próximos premios Grammy, en una entrevista en 'The New York Times'.

Sin querer entrar en los detalles, el músico ha explicado que ambos utilizaron los momentos de composición y sus canciones como terapia de pareja. "Pero ella dio un paso más allá y fue más lejos". De ahí surgió el disco 'Lemonade', un éxito de ventas y de crítica en el que la diva mencionaba, en la canción 'Sorry' a Becky, de pelo rubio, que hizo correr ríos de tinta sobre los problemas de la pareja.

Vulnerable y personal

De las canciones que compusieron juntos Jay-Z no revela en la entrevista si el matrimonio planea que algún día vean la luz, pero sí confiesa que fue muy duro para los dos interpretar delante del otro temas profundamente personales. "Fue algo muy incómodo, pero creo que conseguimos respetar el arte del otro. Ella es increíble", sentencia el músico, que muestra su lado más sensible. "Lo más duro que puede hacer un hombre es llorar. Exponer tus sentimientos, ser vulnerable delante del mundo. Sientes que tienes que ser una persona precavida. Pero eso no es real. Es falso. Y ahí radica tu fortaleza”.