Estudió Educación Musical en Magisterio, y no terminó porque en aquella época se cruzaron en su camino otras apetencias como, por ejemplo, un Taller de Compás que impartió Diego Carrasco, un Curso de Guión Cinematográfico y algunos estudios sobre Ingeniería de Sonido o Edición Digital. Y es que el día sólo tiene 24 horas y, además, de todo eso, escribir, componer, cantar y ensayar, desde hace ya una década, que se dice pronto, consume mucho tiempo. Además de que Mario Díaz formó parte del elenco de actores-artistas-cantantes en aquella película musical andaluza que se inventó el también cordobés Manuel Ruiz Queco, titulada ¿Por qué se frotan las patitas? Un perfil polifacético dotado de ese gran angular que le permite simultanear todos estos diferentes y complementarios flancos de su arte.

Siempre, a pesar de las posibles adversidades, se las apaña para reivindicar o proclamar lo mejor de lo que nos puede pasar y también algunas de sus penas. ¿Profeta cantor? ¿Pastor iluso? Más bien artista feliz de hacer lo que hace. Sonar, sigue sonando a toda su mochila, esto es, Aslándticos, Bob Marley, Manu Chao, Cádiz, Kiko Veneno y derivados… Lo importante es ser consecuente con lo que se proclama, sea cantando o en un púlpito, y parece que el artista lo es por todo ello, y viceversa. Mario pisa de nuevo su Córdoba para y esparcir algunas de las semillas que tanto hace falta que germinen en este percal que nos apoca. Cuenta ya con tres discos en solitario. Infinito es el título del último de ellos, que salió en septiembre del 2018. Diez nuevas canciones de autor rodeadas de bases electrónicas y guitarras latinoamericanas que seguro sonarán esta noche en la sala M100 junto a La Regadera, la banda burgalesa que completa el cartel junto a Mario Díaz. Se trata de una banda en plena expansión con un directo divertido, potente y adictivo que engancha desde la primera escucha. Un proyecto de música mestiza que mezcla estilos como ska, reggae y rock, adornados con detalles latinos.

CÓRDOBA

SALA M 100

VIERNES 15

20.30 HORAS