Si siempre es conveniente mantener la expectación ante un nuevo estreno en torno a la temática flamenca, el que se presentará en el Teatro Góngora el día 31 contiene todos los alicientes para que nuestra capacidad receptora la tengamos vivamente atenta ante un planteamiento que parte de una bailaora- bailarina cuya herencia genética no nos hace dudar ni un instante sobre la verosimilitud de una propuesta escénica que viene avalada por sus padres, que, como todo el mundo sabe, extienden sus respectivos magisterios a la interpretación y a la coreografía y que han contribuido para que este Leiva yo a contar cuente con suficientes garantías para ello.

Ana Latorre, antes de embarcarse en el mundo del flamenco, se ha tomado muy en serio su formación en toda la complejidad que abarca el baile. Los conservatorios de Córdoba, Málaga y Madrid dan prueba de ello, además del intenso ambiente que ha vivido desde su infancia, complementado todo ello con una gran prodigalidad de enseñanzas, exigibles hoy a todo el que haya tomado la determinación de abrazarse a esta dura y apasionante disciplina, ya que al proceder de una familia que ha hecho de la danza su razón de ser, el consejo y el respaldo de sus progenitores serÍa determinante a la hora de adoptar esta decisión.

Nos manifiesta que este montaje es un intento de recrear el mundo interior del artista plagado de inseguridades, miedos y, sobre todo, ilusión para recrear su propio universo, en el que las voces de los cantaores Roberto Lorente y Eva Ruiz simbolizan la voz de sus padres como si de ineludibles vigías se tratara en el cuidado desarrollo de la petenera, el zapateado, las bulerías y el taranto, junto con la Córdoba de Albéniz, piezas que conforman el menú que nos ofrecerá Ana Latorre antes de presentarlo en el prestigioso Festival de Jerez, prueba de fuego para cualquier artista flamenco.

El joven y talentoso guitarrista cordobés Luis Medina en la creación musical, la colaboración de Daniel García, los coreógrafos Manuel Liñán, José Maldonado y Hugo López y la percusión de Javier Rabadán se implican plenamente en este trabajo, en el que sus padres, Nuria Leiva y Javier Latorre, son pilares fundamentales que incrementarán, sin duda, la probada dignidad artística de una saga familiar que desde hace tiempo viene influyendo en las vocaciones bailaoras de un sector importante de la juventud de dentro y fuera de nuestra provincia.

CÓRDOBA / TEATRO GÓNGORA / JUEVES 31 / 20.00 HORAS