La Casa Sefarad (calle Judíos) tiene por costumbre exhumar recuerdos del pasado que permitan construir el relato histórico sin esquilmar los retazos que puedan resultar incómodos vistos desde el presente. En esta ocasión, invita a Recordar juntos, más bien a ser conscientes de cómo musulmanes de países como Irán, Túnez o Albania salvaron durante el Holocausto la vida de un número importante de judíos. «Esta exposición es un homenaje y un reconocimiento a quienes aún sin saberlo, aplicaban la expresión escrita en el Talmud: quien salva una vida es como si salvara al universo entero», señala uno de los textos de la muestra. Y es que, en los tiempos que corren, cuando el enfrentamiento enquistado en determinadas zonas del planeta parece que haya existido siempre, conviene saber que hubo musulmanes que mostraron en público su oposición a la persecución de judíos, que se negaron a colaborar y mostraron empatía y comprensión con las víctimas. Sebastián de la Obra, director de Casa Sefarad, y su equipo recuerdan el Código Besa, un código de honor de Albania que durante la II Guerra Mundial se tradujo en el acogimiento de más de 3.000 judíos. También han rescatado la biografía del abogado tunecino Abdul Hossein, que salvó a más de 2.000 judíos; la del tunecino Ahmed Pasha, el albanés Ismail Gjata, el matrimonio bosnio Mustafa y Zejneba Hardaga, el turco Necdet Kent o el argelino Shayk Tayeb-El Okbi, todos ellos protagonistas de un ejercicio de solidaridad que salvó cientos de vidas y que merece ser recordado.