A tres días del pleno que convalidará las medidas del Gobierno contra la Generalitat en aplicación del artículo 155 de la Constitución, el Senado ofreció ayer in extremis al presidente catalán, Carles Puigdemont, la posibilidad de mantener un «cara a cara» con el Gobierno en la Cámara alta. La constitución de la comisión ad hoc de 27 senadores encargada de tramitar las medidas del 155 ha puesto en marcha la mecánica de plazos, y así da oportunidad a Puigdemont a defender personalmente sus alegaciones, bien en esta comisión, mañana a las 17,00 horas, o el viernes, ya en el pleno.

El portavoz del PDeCAT, Josep Lluís Cleries, había pedido flexibilidad en las reuniones de la Junta de Portavoces del Senado y en la de la comisión conjunta para permitir incluso a Puigdemont que acudiera hoy mismo a la comisión, sin esperar al jueves, cuando hay pleno en el Parlament de Cataluña.

La petición fue apoyada por los demás grupos, incluido el PSOE, que también reclamó flexibilidad, pero el PP la rechazó en solitario gracias a su mayoría absoluta.

DEBATIR CON RAJOY / El vicepresidente del Senado, Pedro Sanz, avanzó que si el president Puigdemont decide comparecer tendrá la oportunidad de debatir con el Gobierno». Este cara a cara podría ser incluso con el presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, según apuntaron fuentes de la Moncloa.

«Tendría un valor más allá, porque de alguna manera el president de la Generalitat se somete al sistema, que es participar en el juego parlamentario, lo que lleva consigo aceptar el resultado final. Cuando uno juega, gana o pierde, y ese es un elemento fundamental en el sistema democrático y parlamentario», dijo Sánz en rueda de prensa tras la reunión de la Mesa del Senado.

Según explicó Sanz, sería un debate directamente entre la Generalitat y el Gobierno, con réplicas incluidas, previo a la tramitación del acuerdo del 155 y no se limitaría a una audiencia en la que Puigdemont expusiera sus alegaciones, sino que tendría la posibilidad de confrontar con el Ejecutivo.

Sanz transmitió asimismo la voluntad del presidente del Senado, Pío García Escudero, de que, al tratarse de un trámite que se desarrolla por primera vez cuente, con la mayor transparencia, participación y «facilidades» para que puedan comparecer todas las instituciones afectadas con «normalidad» y «serenidad».

Preguntado por la posibilidad de que un anuncio o gesto de Puigdemont en el Senado pueda paralizar la aplicación del 155, Sanz señaló que la Cámara alta «no obliga al Gobierno a que lleve a cabo las medidas que ha puesto sobre la mesa», lo que sería voluntad del Ejecutivo, al que corresponderá decidir si hay un elemento nuevo que cambie la situación.

TURNOS PARA LOS GRUPOS / El vicepresidente del Senado explicó que los informes jurídicos de los letrados de la Cámara consideran que se han cumplido los requisitos reglamentarios para la tramitación del artículo 155 de la Constitución y del 189 del reglamento de la Cámara. En el pleno que tramitará las medidas del 155, según el artículo 189 del reglamento del Senado, los grupos a favor se repartirán 40 minutos en dos turnos de 20 cada uno para defender su postura, en tanto que los contrarios tendrán el mismo tiempo para oponerse a la propuesta del Gobierno.

A continuación, se debatirán los votos particulares que se presenten y después habrá un turno más, de 20 minutos para cada uno de los siete portavoces de los grupos de la Cámara. Se ha accedido también a la petición de Unidos Podemos y se le ha concedido cinco minutos más para su grupo territorial catalán.

Otra de las decisiones de la Mesa reunida por la mañana ha sido que el viernes habrá dos plenos consecutivos en el Senado, el primero, el que debatirá la activación y las medidas del artículo 155 en Cataluña. Una vez concluido dicho pleno, se celebrará otro consecutivo para aprobar el tratado comercial de la UE con Canadá (CETA) y cumplir así con los plazos establecidos por las instituciones europeas.