La cofundadora de Podemos Carolina Bescansa da la que puede ser su última batalla política o solo la primera de una nueva etapa. Se presenta como candidata a dirigir el partido en su tierra natal, Galicia, en una decisión que le obligará a competir contra el dirigente oficialista Antón Gómez-Reino, apoyado por Pablo Iglesias.

-El reglamento de la dirección de Podemos para las primarias en Galicia obliga a los inscritos a volver a identificarse. ¿Pone trabas a la participación o solo un tecnicismo?

-Con cierta sorpresa, la dirección política de Galicia se ha encontrado con que a la mitad del partido se han cambiado la regla. Reglas que estaban vigentes para votar hace dos semanas en Cataluña se han cambiado y hay más trabas para votar en esta asamblea ciudadana.

-¿A qué atribuye esas trabas?

-Creo que esto no debe ser un debate sobre los procedimientos. En Galicia está pendiente la tarea de echar a (Alberto Núñez) Feijoó y tenemos que reforzar las alcaldías del cambio y ganar otras. Los juicios de intenciones creo que no ayudan ni a Podemos ni al cambio político en Galicia.

-¿Ha hablado con Pablo Echenique o con Pablo Iglesias sobre esto?

-Esto no va de relaciones personales, va de proyecto político. Yo he decido dar este paso por que la dirección política de Podemos Galicia de manera unánime me lo ha pedido, porque muchos inscritos me lo han pedido. Estoy muy ilusionada.

-Su candidatura parece haber sido recibida con frialdad en la dirección estatal de Madrid.

-Lo que pase en Galicia lo van a decidir los inscritos en Galicia. Creo que respetar la plurinacionalidad y España como nación de naciones implica también reconocer que Podemos es un Podemos de Podemos. Y lo que ocurre en Podemos Galicia lo van a decidir los inscritos. Si alguien piensa que desde Madrid se va a decidir quién va a dirigir Podemos Galicia es que no nos conoce, no conoce nuestro pueblo.

-Dice Iglesias que le sorprende su candidatura porque usted lleva 20 años en Madrid.

-Yo no llevo 20 años en Madrid, llevo 20 años por el mundo, como le pasa a muchos compatriotas. Creo que mi trayectoria es muy común en Galicia desgraciadamente. Creo que esa sorpresa no la comparte nadie en Galicia.

-Los poderes territoriales en Podemos tienen cada vez más voz propia. ¿Estamos yendo hacia un Podemos descentralizado?

-Necesariamente Podemos tendrá que avanzar en ese camino. No hay otro camino en una fuerza que se define a sí misma como confederal y plurinacional.

-¿Cómo debería llamarse Podemos Galicia en unas elecciones?

-Podemos Galicia se tiene que llamar Podemos Galicia, la relación que tengamos con nuestros aliados y cómo eso desemboque en una forma jurídica y un nombre eso lo decidirán los inscritos.

-¿Con qué formula se sentiría cómoda?

-Con la que tenga más posibilidades de abrir la era postFeijooó.

-¿Ahora la marca Podemos suma o resta?

-Pues creo que a veces suma y a veces resta, depende de lo que hagamos. La situación sigue siendo de enorme volatilidad, los electorados no han cristalizado tras la crisis del sistema de partidos del 2014. Las tasas de volatilidad siguen siendo enormes. La gente va a seguir cambiando su voto en función de lo que hagamos. Si lo hacemos bien, nos apoyarán más. Y si lo hacemos mal, nos apoyarán menos.

-Territorio a territorio, ¿cómo ve las posibilidades de pacto con el PSOE?

-Dependerá de las cuestiones programáticas que se pongan sobre la mesa. En Galicia existe una gran conciencia de que la apertura de esa etapa postFeijoó se hace de manera generosa y plural, y tiene que incluir a todas las fuerzas que apostamos por el cambio, ya sea con acento más socialdemócrata como el caso del PSG o más nacionalista o independentista como el caso de BNG.

-¿Le preocupa Vox?

-Lo que más me preocupa es la pérdida de confianza en que este país pueda cambiar, que las bases sociales del cambio, que han sido mayoritarias, vayan perdiendo confianza en que vamos a ser capaces de abrir proceso de cambio real.