El Gobierno mantiene su arriesgada apuesta para que un "relator" o "facilitador" coordine las reuniones de una mesa de partidos de nueva creación donde las formaciones catalanas aborden una "solución amplia" a la crisis territorial. Ante el enorme revuelo causado, con el PP no descartando una moción de censura, Cs acusando al Ejecutivo de "humillar" a España y varios líderes territoriales socialistas criticando el gesto, la vicepresidenta, Carmen Calvo, ha dejado claro este miércoles que sigue adelante la iniciativa, una de las reivindicaciones de ERC y el PDECat para no vetar en el Congreso los Presupuestos Generales del Estado.

Pero Calvo ha querido restar trascendencia a este "relator". Primero en la Ser y después en una comparecencia en la Moncloa, la número dos del Gobierno ha minimizado la labor de esta figura, que en principio elegirán los partidos catalanes. Aunque ha dicho que puede ser "bastante útil", ha limitado sus funciones a "tomar nota" y "convocar" las reuniones de la mesa de partidos, a la que ni el PP, ni Cs, ni la CUP se quieren sumar. Para la vicepresidenta, de hecho, la incorporación de este "facilitador" no debería ser, en el fondo, "ninguna noticia".

"No seríamos un gobierno digno si estuviéramos en una situación escapista. Eso ya lo hizo el Gobierno anterior", ha dicho Calvo. "Es un asunto de carácter práctico. Necesitamos otro espacio más amplio que la comisión bilateral entre el Estado y la Generalitat para que participen también otros actores políticos. Es alguien que puede ayudar a hacer el trabajo. No tiene más. No es un observador internacional, no es alguien que venga a mediar en esta situación", ha insistido. Al mismo tiempo, ha argumentado que la figura del "relator" coincide con un nuevo momento en la crisis territorial, en la que hay que ir más allá de los "problemas cotidianos" y abordar las "soluciones políticas".

Miedo entre los barones

Sus explicaciones, por el momento, no convencen ni al PP y Cs, que han extremado sus críticas al calor de esta polémica, ni tampoco a partes muy importantes del PSOE. Tres presidentes autonómicos socialistas han criticado en las últimas horas la iniciativa. Según el aragonés Javier Lambán, "aprobar un Presupuesto no justifica cesiones que pongan en cuestión la Constitución, el Estado de Derecho y la decencia". El castellano-manchego Emiliano García-Page ha confesado su "perplejidad" y ha pedido la convocatoria urgente del Consejo de Política Federal, que reúne a todos los líderes territoriales del PSOE, para que Pedro Sánchez, que tiene la competencia para convocar el organismo, explique el controvertido movimiento. El extremeño Guillermo Fernández Vara ha señalado que "las cosas que son difíciles de explicar son aún más difíciles de entender". Incluso un dirigente completamente alineado con Sánchez, Luis Tudanca, líder de la oposición en Castilla y León, ha defendido que el secretario general del PSOE reúna a todos los secretarios generales autonómicos, porque el Gobierno se "ha explicado mal, muy mal".

La preocupación de estos mandos se multiplica a las puertas de las autonómicas y municipales de mayo, donde creen que la gestión que está haciendo el Gobierno de la crisis territorial, y su relación con los independentistas, a quienes necesita para sacar adelante sus iniciativas, puede acabar lastrándoles en las urnas, impidiéndoles renovar su mandato.

Pero el Ejecutivo no piensa dar marcha atrás ante un arriesgado gesto que, de momento, tampoco le garantiza que ERC y el PDECat permitan la tramitación de los Presupuestos. Calvo ha atribuido todas estas declaraciones de sus compañeros de partido a la "desinformación" y el "desconocimiento". La vicepresidenta ha defendido la gestión del Gobierno en este espinoso asunto e incluso ha criticado a los presidentes autonómicos socialistas. "El Gobierno está haciendo su trabajo con criterio razonable y prudencia. No es una situación coordinada, ordinaria. El Gobierno lo ha gestionado con madurez y prudencia. Cuando intervenimos en público, debemos tener información para poder acertar en lo que decimos. El Gobierno ha hecho la gestión que tocaba hacer", ha explicado.

La vicepresidenta ha evitado en todo momento cargar las tintas contra al independentismo, volcando sus ataques en el PP y Cs, que también han convocado manifestaciones para el próximo domingo. Para Calvo, el líder de los conservadores, Pablo Casado, que ha dicho que no descarta presentar la moción de censura (sería la tercera en esta agitada legislatura), se encuentra instalado en "la radicalidad y el desbarre". Y su partido es el principal responsable de la actual situación en Cataluña, porque cuando el PP llegó a la Moncloa, ha recordado en varias ocasiones, los independentistas representaban al 10% de la población de la comunidad, mientras que ahora son el 47%. De Cs, según Calvo, "no se ha sabido nada" desde que ganaron las últimas elecciones catalanas. Ambos partidos, conservadores y naranjas, continúan enfocando el debate soberanista en una clave puramente "partidaria", ha concluido la vicepresidenta.