Tensión moderada la vivida ayer entre el independentismo y el presidente del Gobierno en el Congreso. Unos y otros sabían que la irrupción de la ultraderecha y los incendios provocados por el president Quim Torra con su discurso sobre los Mossos y la vía eslovena enturbiaban el debate monográfico sobre Catalunya.

PDECat y ERC le advertían de que imitar el discurso de las derechas sería la perdición de Sánchez porque supondría entregar a PP, Ciudadanos y Vox «la hegemonía política de España durante muchas décadas», en palabras de Carles Campuzano. El republicano Joan Tardà afeaba a Sánchez una intervención «superficial por burda y vacua por falta de propuestas». Ambos portavoces apelaron a recuperar con Sánchez el «espíritu» de la moción de censura.