La cadena de supermercados Dia ha «reajustado» sus cuentas de 2017, un ejercicio en el que según informó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores cerró con 90 millones de beneficio neto, 20 millones menos del resultado «expresado». La entidad informó el pasado día 15 de que rebajaba sus estimaciones de resultados para el ejercicio 2018, debido a la caída de las ventas y al impacto de la crisis argentina, y suspendía los dividendos para 2019. Explicaba entonces que la firma se veía obligada a adoptar estas medidas tras «un proceso de revisión» de las previsiones originales para el cierre del actual ejercicio, que también obligaría a realizar «ajustes a los estados financieros» de 2017.

En un principio, la cadena de supermercados calculó el «efecto patrimonial negativo» de 2017 en torno a los 70 millones, si bien ayer explicó en su comunicado a la CNMV que «tras calcular su efecto fiscal», la «sociedad ha concluido que el efecto patrimonial se reduce a, aproximadamente, los 56 millones de euros». En cuanto al «efecto» en el beneficio de 2017, de 20 millones o 26 millones antes del efecto fiscal, la compañía ha señalado que corresponde «a su mayor parte» a las «sobreestimaciones realizadas al cierre de dicho periodo en los descuentos comerciales a percibir de proveedores». Sobre los efectos en las reservas, que cifra en 18 o 24 millones antes del efecto fiscal, ha precisado que «se debe a facturas pendientes de recibir de proveedores que fueron objeto de registro en un periodo distinto al que correspondía.

La cadena Dia se desplomó ayer un 24,5 % en la bolsa, con un precio de 0,6644 euros por acción. La sesión comenzó con la compañía cotizando a 0,8800 euros por acción y cerró a 0,6644 euros, lo que supone una bajada del -83,40% en lo que va de año.

El grupo, con 7.388 tiendas repartidas entre España, Portugal, Brasil y Argentina, cerró 2017 con un beneficio de 109,6 millones de euros, un 37 % menos que un año antes.